Toque conmovedor el de esta rondeña en tempo de nana. Lento murmullo a quien tanto amor prodigó. Palo ideal para homenajear a una madre pues hubo siempre en la rondeña un soplo enternecedor del que da cuenta Eusebio Rioja, citando un artículo de Bremón (1839), en su libro sobre el maestro Arcas: «La Rondeña, a veces lánguida y como abandonada a un instinto, semeja que arrulla los sueños de un amor inconsciente».
De una maestría impresionante, perfectamente estructurada y con preciosas melodías... Uno de mis dedos de la mano es Riqueni.
Toque conmovedor el de esta rondeña en tempo de nana. Lento murmullo a quien tanto amor prodigó. Palo ideal para homenajear a una madre pues hubo siempre en la rondeña un soplo enternecedor del que da cuenta Eusebio Rioja, citando un artículo de Bremón (1839), en su libro sobre el maestro Arcas: «La Rondeña, a veces lánguida y como abandonada a un instinto, semeja que arrulla los sueños de un amor inconsciente».
Maravilla..!
me emociona oir esta rondeña