CANTO GREGORIANO "STELLA CAELI" PARA EL TIEMPO DE PANDEMIA (MISA TRADICIONAL DOMINGO DE PASIÓN 2020)

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  • Опубліковано 29 бер 2020
  • Oración a la Santísima Virgen rezada después de cada Misa tradicional-gregoriana celebrada en la Archidiócesis de Sevilla, en la que pedimos su intercesión para el fin de la pandemia que golpea en estos días a la humanidad.
    Texto en latín:
    Stella caeli exstirpavit
    Quae lactavit Dominum
    Mortis pestem quam plantavit
    Primus parens hominum.
    Ipsa Stella nunc dignetur
    Sidera compescere,
    Quorum bella plebem caedunt
    Dirae mortis ulcere.
    O piisima Stella Maris
    A peste succurre nobis;
    Audi nos, Domina;
    Nam Filius tuus nihil negans Te honorat.
    Salva nos Jesu pro quibus
    Virgo mater te orat!
    ℣ In omne tribulatione et angustia nostra
    ℟ Sucurre nobis, piísima Virgo María
    Oremus
    Deus misericordiae, Deus pietatis, Deus indulgentiae, qui misertus es super afflictione Populi tui, et dixisti Angelo percutienti Populum tuum: contine manum tuam ob amorem illius Stellae gloriosae, cujus ubera pretiosa contra venenum nostrorum delictorum quam dulciter suxisti: praesta auxilium gratiae tuae, ab omni peste, et improvisa morte secure liberemur, et a totius perditionis incursu misericorditer liberemur. Per te Jesu Christe Rex Gloriae, Salvator Mundi: Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.
    Traducción:
    La Estrella del cielo,
    que amamantó al Señor,
    extirpa la peste de la muerte,
    que plantó el primer padre de los hombres.
    Que esa misma Estrella
    se digne ahora detener los cielos,
    que airados destruyen al pueblo,
    con heridas de cruel muerte.
    Oh piadosísima Estrella del mar,
    socorrenos de la peste.
    Escuchanos, oh Señora,
    pues tu Hijo no te niega nada que te honre.
    Salvanos, oh Jesús,
    que por nosotros te ruega tu Madre Virgen.
    ℣ En todas nuestras angustias y tribulaciones.
    ℟ Socorrenos oh piadosisima Virgen María
    Oremos.
    Dios de misericordia, Dios de piedad, Dios de indulgencia, que te apiadaste de la aflicción de tu pueblo y dijiste al Ángel que lo azotaba: Detén tu mano; por amor de esa gloriosa Estrella, a cuyos pechos preciosos mamaste tan dulcemente, contra el veneno de nuestros delitos; concede el auxilio de tu gracia, para que seamos firmemente librados de toda peste e imprevista muerte, y seamos salvados misericordiosamente de todo asalto de perdición. Te lo pedimos a Ti, Jesucristo, Rey de la Gloria, Salvador del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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