LOS CUENTOS DE CALLEJA: VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES

Поділитися
Вставка
  • Опубліковано 28 вер 2024
  • @PROYECTOMEMORY-vx3nd
    SATURNINO CALLEJA
    La familia Calleja era originaria de la villa burgalesa de Quintanadueñas. Aquí nació Saturnino Calleja en 1853.
    En 1876 la familia se trasladó a Madrid donde el padre, Fernando Calleja abrió una librería con servicio de encuadernación en la calle de la Paz, 7. Aquí Saturnino se formó en la edición, impresión, encuadernación y grabado de libros y se dio cuenta de la necesidad de una renovación pedagógica para regenerar el país a través de la educación.
    Tan sólo tres años después de abierto el negocio familiar, Saturnino, viéndose capaz de dirigir la empresa, decidió comprárselo a sus padres por 30.000 pesetas y una renta vitalicia de 1000 pesetas anuales a cada uno de los progenitores.
    La labor de Calleja para mejorar la formación del profesorado lo llevó a editar la revista mensual La Ilustración de España (1884-1888), consagrada a la defensa de los intereses de los maestros incluidos los de las posesiones de ultramar de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Se acompañaba del boletín El Heraldo del Magisterio, donde los maestros, como colaboradores, podían enviar sus opiniones y quejas respecto a su labor como docentes.
    También fundó la Asociación Nacional del Magisterio Español y la Asamblea Nacional de Maestros, haciendo que la voz del docente fuera escuchada por primera vez en sede parlamentaria. Saturnino Calleja se convirtió en el líder indiscutible de los maestros españoles.
    Quería editar libros siguiendo las tendencias pedagógicas europeas adaptándolos a cada nivel de enseñanza (fotos: Método completo de Primera Enseñanza Cíclica o Progresiva, Albores de la enseñanza, Guía de la primera enseñanza y Biblioteca de las escuelas).
    Las materias comprendían métodos de iniciación a la lectura, 'El Instructor', Geometría, Geografía, Historia de España, catecismos, Quijotes, manuales de urbanidad y buenas costumbres y libros para aprender inglés y francés.
    Para que todos tuviesen acceso al material educativo, lanzo diferentes presentaciones a distintos precios, por lo general mucho más bajos de lo habitual gracias a la edición de grandes tiradas con poco margen de beneficio por ejemplar.
    Saturnino distribuyó gratis material escolar y sus libros por las escuelas rurales para que pudiesen servir como guía pedagógica para los maestros, desatendidos por las autoridades educativas y sin ningún tipo de recursos. En éstos años nació la expresión: "Pasar más hambre que un maestro de escuela". Su lema era instruir deleitando. Para atraer a los niños hacia la lectura pensó que era fundamental complementar los textos con ilustraciones atractivas.
    Además, sus textos prestaron una atención especial a la educación de las niñas y la educación femenina con vista a que obtuviesen una capacitación laboral. Sus famosísimos cuentos se comenzaron a publicar alrededor de 1884. Se dividían en colecciones (fotos: Biblioteca de recreo, Nuevas colecciones de cuentos, Biblioteca escolar recreativa, Biblioteca Perla, Biblioteca ilustrada para niños) que se vendieron en librerías, quioscos y tiendas de ultramarinos, a un precio de entre 5 y 10 céntimos.
    Aunque también se podían adquirir con varias modalidades de pago: se podían comprar a plazos, por transferencia bancaria o letras, enviándose los ejemplares por correo, algo novedoso en aquellos tiempos.
    Tuvieron mucho éxito las ediciones de pequeño formato, de 7 cm de alto por 5 cm de ancho, tanto que se coleccionaban como si fuesen cromos didácticos.
    A principios del XX la editorial llegó a vender 3,4 millones de ejemplares en España, Hispanoamérica y Filipinas…Llegó a tener 18 delegaciones en todo el mundo y en sus catálogos aparecieron por primera vez opiniones elogiosas sobre sus libros. Su procedimiento era regalar libros a cambio de esas opiniones.
    Segundo de Chomón, pionero español del cine fantástico, del cual tenemos un video, realizó películas cortas basadas en los Cuentos de Calleja, como “Pulgarcito” (1903) y “Gulliver en el país de los gigantes (1903).
    Escribieron para la editorial el propio Saturnino Calleja, Jesús Sánchez Tena o José Muñoz Escámez, autor de unos 100 cuentos
    Se versionaron fabulas y cuentos de Esopo, Perrault, Iriarte, Samaniego y por primera vez llegaron al país 'Las mil y una noches', el Pinocho de Collodi y las obras de Allan Poe, Salgary, Perrault, Swift, Rider Haggar, Andersen , o los hermanos Grimm.
    Su Hansel y Gretel se convirtió en Juanito y Margarita, El Barón Munchausen pasó a ser El Barón de la Castaña y 'Gulliver', que versionó como “En el país de los enanos”.
    La mayoría de cuentos acababan con una moraleja ejemplar conforme los cánones de la época y un apartado de acertijos, chistes, fragmentos sobre historia y con crucigramas, apenas conocidos en España hasta que Calleja empezó a publicarlos.
    Tras la muerte de Saturnino Calleja (7/7/1915)se hizo cargo de la empresa hasta 1929 su hijo Rafael. De él nos llegó la frase que concluía todos los cuentos: “fueron felices y comieron perdices”.

КОМЕНТАРІ •