Dios quiere que tú y yo seamos humildes

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Miércoles, 17 de julio de 2024
XV Semana del Tiempo Ordinario, Ciclo B.
Tema: Dios quiere que tú y yo seamos humildes.
📖 Hechos de los Apóstoles 20, 18-21 dice: “Ustedes saben cómo me he comportado ante ustedes todo el tiempo, desde el primer día en que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas y pruebas que me han venido por las acechanzas de los Judíos y como nada que fuese útil he rehusado de anunciarles, enseñarles públicamente por las casas testificando a Judíos y a Gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.”
¡Qué hermoso! Y qué fuerza la de Pablo decir esas palabras.
Pablo muestra un carácter humilde, una entrega absoluta al servicio de la obra del Señor; a pesar de lo que había sufrido.
Pero llegó a una actitud humilde después de un proceso largo, desde aquella vez en su encuentro con el Señor camino a Damasco.
A partir de su conversión, tuvo que empezar a trabajar para no confiar tanto en sí, sino empezar un camino de humildad hasta que fuera reconocido por eso: por la humildad y por la entrega al Señor.
Por eso le fue bien en la evangelización porque daba la vida completa pero lo hacía con humildad. Nada para él todo para la Gloria del Señor.
Después de su conversión; ya no se veía más como autosuficiente o por encima de los demás; él estaba convencido de que sin la gracia y el poder de Dios en su vida no podía subsistir ante todos los ataques del enemigo y no podría predicar y convencer.
📖 II Corintios 12, 9 Pablo dice al Señor: "tengo una espina en mi corazón, le he pedido al Señor tres veces que me la quite, que me la saque y el Señor me ha respondido: Te baste mi Gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad.”
Pablo no muestra interés en fama, en posición, porque él anhelaba servir a Dios.
Muy pocas veces el éxito, el triunfo humano lleva a la humildad de la persona. Normalmente es lo contrario el poder, la fama, la posición llevan a la persona al orgullo, a la arrogancia, también a la corrupción y en definitiva al más grande fracaso.
Pero más temprano que tarde la humildad nos conduce a la verdadera victoria.
Mateo 23, 12 dice: “Porque el que se enaltece será humillado, el que se humilla será enaltecido.”
Hay que buscar esa humildad; no hay ninguna posición más importante en esta vida que la de ser servidor de Dios.
Jesús dijo que "Él no vino para ser servido sino para servir y para dar la vida en rescaté por muchos.” Mateo 20, 28.
📖 Filipenses 2, 8-9 dice:
"Dios lo exaltó hasta lo más alto, le dió el nombre, sobretodo nombre" ¿Por qué? porque fue humilde, porque hizo la voluntad del Padre.
Dios quiere que tú y yo seamos humildes, que en todo busquemos siempre su Gloria; servirle a Él con humildad, es fundamental y es parte de nuestra verdadera victoria; sin humildad no alcanzaremos un verdadero crecimiento espiritual.
Nuestro camino hacia la victoria de Cristo empieza al pie de la Cruz del Calvario.
Tomado del audio del Padre John - Ministerio de Custodios, Familia Hosanna
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