Imposiciones absurdas

La mayor parte de la gente admite en su vida diaria una serie de imposiciones tremendas, a mi modo de ver, y cuando les preguntas:
¿A ver, sirviente, quién te ha dicho que has de ser y hacer las cosas así?
Por respuesta suelen mirarse los zapatos, o con suerte, miran al cielo.
Obedecen fielmente a Los Amos sin venir a cuento, sin razonar un minuto seguido, sin querer conocer a aquellos que les obligan a estar así.