Día 01 en la Escuela del Inmaculado Corazón de María (la consagración de los niños y familias)

La devoción al Inmaculado Corazón de la Virgen María fue primero revelada a los niños, en Fátima, en el 1917. Son ellos los elegidos del Cielo por su fe sencilla y confiada, por su amor e inocencia, y en el caso de los pastorcillos del Aljustrel por su gran piedad y generosidad en sacrificarse por las almas, dignas de ser imitadas. La Virgen quiere con ansia que todos los niños fuesen bautizados, catequizados e introducidos en la vida de piedad y gracia (rosario familiar, Santa Misa, adoración ante el Santísimo, catequesis).
En esta serie de 13 podcasts que os ofrecemos, proponemos a las familias con los niños pequeños LA CONSAGRACIÓN al Inmaculado Corazón de María. La mejor fecha para realizar este Curso escolar de 13 días en el Colegio de la Virgen serían días que trascurren desde el inicio del mes de María hasta la Fiesta de Nuestra Señora de Fátima, para finalizar la persevérente "novena" con la Consagración final. Lo más provechoso sería rezar juntos toda la familias, de rodillas, ante una imagen de la Virgen María en casa o en el templo parroquial. El día décimo tercero sería muy provechoso unir el acto final de la Consagración familiar con una fiesta mariana, la participación en la Santa Misa y la gracia de Comunión sacramental o espíritual (en caso de los niños pequeños).
Así toda la célula familiar será insertada profundamente en Dios por María. Y encontrará así un Refugio Seguro y protección maternal de acuerdo con la promesa de la Virgen dada a la pequeña Lucia Dos Santos (en Fátima) el 13 de junio del 1917. "Mi corazón será tu refugio y el camino que te llevará al Cielo." Que las siguientes 13 lecciones de amor de Nuestra Madre celestial acerquen las familias enteras a Dios de Amor, que une a los esposos en el sacramento de matrimonio y los hace fecundos en pasar la vida al prole.
Y que los hijos, creciendo en la cercanía y amor a la Madre de Jesús, encuentren la perenne fuente de sabiduría y de gracia en la oración y re novación diaria de su consagración. Se puede usar y aprender de memoria la famosa fórmula breve de consagración, popularizada por San Luis Grignon de Montfort:
Soy todo(a) tuyo(a)
y todo lo mío es tuyo.
Te acepto en mi todo.
Dame tu Corazón, María.