Tito la Rosa Músico carhuacino música sanadora, chamánica, ritual, ancestral Carhuaz Áncash Perú

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  • Опубліковано 16 жов 2024
  • Tito La Rosa, descendiente de indios quechuas de los Andes peruanos, desde hace más de una década, se dedica a recuperar y conservar, estudiar, e intuir la música ancestral de Perú.
    La música de Tito La Rosa es concebida como un diálogo de tiempos ya que trabaja con un compañero en el sintetizador mientras él interpreta instrumentos nacidos todos de la tierra.
    Para Tito sus flautas poseen los elementos de la naturaleza: Agua, aire, tierra, fuego, etc. y esto se aprecia en los materiales inusitados de los que están hechas, como caña, hojas, pluma, caracoles o hueso. Debido a esto los sonidos que se producen son únicos y transportan a más de dos mil años de antigüedad, estremecen y llenan de misterio.
    El trabajo del músico es también muy poco racional, guiándose más bien por la intuición y explorando todas las posibilidades dentro del universo sonoro. Cada recital es para él una aventura donde pretende establecer una relación muy estrecha con el oyente a partir de la intensidad del momento. Para ello se inspira en imágenes míticas y simbólicas que lo llevan a tocar. El mito en el que Naylamp entrega el pututo al pueblo Moche en señal de deferencia a los músicos es uno de ellos. Cuenta también que en la antigüedad las mujeres reconocían al amado por el sonido de la quena, que la zampoña posee dos filas, la primera llamada arca y la segunda ira que representan a la hembra y al macho respectivamente y a través de este diálogo se genera la música. Así pues para La Rosa la música es magia y misterio, estremecimiento y también silencio. Sus melodías intuitivas son por lo tanto muy libres y frescas, cargadas de energía y sentimiento puro, producto de experimentos sonoros a través de los años.

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