Siendo un medio de comunicación, como es religión digital, es una pena que no hayan cuidado más el audio. Desdice también de la presentación que hacen el que los contertulios estén constantemente usando el móvil mientras habla el ponente, como si a ellos mismos no le interesara mucho lo que se está diciendo. Creo que para un homenaje digno tendrían que haber escogido un formato más ágil y positivo. La impresión que deja la exposición es la de dos personajes -Castillo y Aradillas-, que en sus valiosos aportes fueron incomprendidos por el poder de su tiempo. Pero también deja claro lo desfasados que estaban de una sociedad que ya no era la suya, escasamente encarnados en la actualidad. Tal vez de ahí la escasa recepción de este video, y lo escasamente que ya se les leía. Los ponentes, por su parte, parecen dos ancianos que añoran tiempos pasados, que por valiosos que hayan sido, ya no existen. Y, por cierto, veo que ellos ya han canonizado a Castillo y Aradillas en su propia iglesia, olvidando que es el pueblo el que de verdad canoniza. Si es que lo clerical termina saliendo tarde o temprano.
Excelente presentaciòn de lo esencial en la vida de estos dos grandes cristianos que han planteado aspectos fundamentales en nuestra vida cristiana. P. Rlmàn Espadas, S.J
Siendo un medio de comunicación, como es religión digital, es una pena que no hayan cuidado más el audio. Desdice también de la presentación que hacen el que los contertulios estén constantemente usando el móvil mientras habla el ponente, como si a ellos mismos no le interesara mucho lo que se está diciendo. Creo que para un homenaje digno tendrían que haber escogido un formato más ágil y positivo. La impresión que deja la exposición es la de dos personajes -Castillo y Aradillas-, que en sus valiosos aportes fueron incomprendidos por el poder de su tiempo. Pero también deja claro lo desfasados que estaban de una sociedad que ya no era la suya, escasamente encarnados en la actualidad. Tal vez de ahí la escasa recepción de este video, y lo escasamente que ya se les leía. Los ponentes, por su parte, parecen dos ancianos que añoran tiempos pasados, que por valiosos que hayan sido, ya no existen. Y, por cierto, veo que ellos ya han canonizado a Castillo y Aradillas en su propia iglesia, olvidando que es el pueblo el que de verdad canoniza. Si es que lo clerical termina saliendo tarde o temprano.
Gtacias por tu iluminador comentario.
Excelente presentaciòn de lo esencial en la vida de estos dos grandes cristianos que han planteado aspectos fundamentales en nuestra vida cristiana. P. Rlmàn Espadas, S.J
Otra profanación más de ese templo.