Desfile pre-militar de 1947: Magnífica demostración de los escolares de Lima
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- Опубліковано 5 вер 2024
- "Noticiarios Peruanos de la década del 40"
Película grabada en cintas de nitrato de 35mm. y digitalizada en la Biblioteca Virtual - BNP.
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Esos si eran desfiles ,no el chiste que tenemos ahora .
Un desfile con gran marcialidad y disciplina . Excelente archivo.
cuando fue que se perdio tan magnifica marcialidad y disciplina en nuestros escolares ?
Yo diría en los militares ,actualmente hasta los escolares desfilan mejor .
@@Shinigami4245 los militares marchaban mejor antes, no se quien ni cuando modificaron la forma de marchar y ahora parece un show nuestra marcha.
@@jeffm.g8770 la complejidad de la gente en meter tanto desapdtado rojete con sus himnos huachafos
Cuando se sacó la instrucción premilitar , se perdió toda la disciplina, civismo etc etc etc
QUÉ PASÓ CON NUESTRA IDENTIDAD MILITAR?😑😥😟
Que orgullo saber que en el 47 ya llamaban famosa a la banda de mi gran colegio Salesianos del cual soy promoción 83. Estuve 9 años en la banda desfilando en muchas paradas y ganando gallardetes y concursos.. De verdad que sentimiento mas fuerte al recordarlo. Viva Los Salesianos por siempre...!!!!
Bertilo Malpartida, promoción 1948 del Colegio Guadalupe, participó en este desfile cursando el 4° grado de secundaria, era interno procedente de Huánuco. De 1945 a 1948 el Director del Colegio Guadalupe fue el Prof. Manuel Calvo y Pérez, A raíz de los sucesos de 1947 en el Colegio Guadalupe fue cambiado por el Dr. Carlos Cueto Fernandini, quien permaneció hasta 1948, cuando también fue reemplazado por el Teniente Coronel Carlos Gonzales Iglesias.
He aquí el testimonio de Bertilo Malpartida sobre lo que pasó en 1947 después del desfile pre militar:
Cuando cursé cuarto de media, las cosas comenzaron a cambiar en forma imperceptible. Un ojo avizor habría visto el deterioro en las clases, la ausencia de algunos profesores, la relación con los inspectores, siempre ruda. La alimentación desmejoró y se iniciaron protestas a gritos en el comedor. Luego algunos arrojaron los alimentos a la mesa.
- ¿Por qué haces eso? No es correcto, no es la manera de protestar.
- ¿Vas a comer esta porquería?.
Nos alimentábamos en silencio. Un día la quinua que nos sirvieron estaba aguada, mal condimentada. Era virtualmente incomible.
- Parece que lo hubieran hecho a propósito -dijo un alumno-. Esta comida es para enfurecer a cualquiera.
Los más revoltosos comenzaron a voltear los platos en el centro de las mesas. Todos hicimos lo propio, más por imitación o mal sentido de compañerismo que por convicción, y abandonamos el comedor vociferando insultos a la dirección. Algunos arrojaron los platos enlozados al aire. Las manifestaciones de protesta siguieron hasta tarde. En la noche había en los dormitorios un alboroto que cesó recién a medianoche.
Al día siguiente todos nos habíamos contagiado de un ánimo de protesta incontenible, aunque eso no nos impidió tomar nuestro desayuno. Se cerraron los salones y nos citaron al salón de actos. Amenguaron las protestas, más aún cuando se hizo presente el director, quien gozaba de especial respeto. Era un historiador y era autor de un libro sobre historia del Perú. Su ingreso tuvo aires de solemnidad. Todos permanecimos callados. Tomó asiento. Durante un momento quienes estaban a su lado le dirigían la palabra, pero él pareció no escucharlos. Tenían el rostro serio, sus ojos escrutaban al auditorio. Se levantó y dio unos pasos hacia delante.
- He observado con profunda preocupación los hechos ocurridos el día de ayer. Me ha llenado de profunda tristeza, el que los mejores jóvenes del país tengan ese comportamiento. Hay maneras para protestar, instancias que pasar. Si existen excesos de los inspectores con los alumnos yo los desconozco, si la comida no es tan buena como antes, puede ser por
múltiples causas, que fácilmente pueden remediarse. Yo tomaré medidas para que eso se corrija y serán sancionados aquellos que por omisión o por negligencia no me informaron a su debido tiempo.
Hasta ahí todo iba bien. Parecía que todos se habían calmado.
- Así mismo aquellos alumnos que provocaron estos desórdenes, de los cuales ya tenemos sus nombres, serán sancionados. Y si siguen las protestas, incluso serán expulsados, porque por la manera como lo han hecho parece el comportamiento de jóvenes de un reformatorio y no de alumnos del mejor colegio del Perú.
- Qué le pasa al director -dijo alguien en voz baja-, nos esta insultando.
- No podemos permitirlo.
Las voces aumentaron. Todos comenzamos a protestar a media voz y alguien en voz alta.
- Es mentira, el lo sabe todo.
- Es que para metido en su casa.
Su domicilio estaba en el segundo piso del colegio.
- Que renuncie
El director adoptó una posición más enérgica.
- No voy a permitir estos actos de indisciplina. -Dirigiéndose a un inspector continuó-, apunte a todo alumno que esté vociferando o gritando.
Exigió completo silencio.
- Estamos en este salón de actos donde han tomado la palabra hombres ilustres que salieron de este colegio. No pueden ser mancillados por estos actos bochornosos que más parecen ser de palomillas de barriada.
Los breves momentos de quietud y silencio nuevamente se alteraron.
- Que renuncie, que renuncie.
- Está perdiendo los papeles. Estuvo bien, pero el insultarnos no va a detener esto.
- La comida es una porquería
- Es para cerdos.
- Son ustedes unos mal agradecidos, ustedes saben que el desayuno que se les da: un plato de quaker, un café con leche, dos panes con mantequilla, y en el almuerzo y la comida son tres platos completos y nutritivos. Algunos los reciben incluso los sábados y domingos.
Silencio.
Era cierto. Todos éramos conscientes de eso. Había voces de protesta de los mismos alumnos con quejas de diferente índole.
- Además, todo lo que comen es gratis, sus estudios son gratis.
Ustedes no pagan un solo centavo.
Todos callamos. No parecía ser cierto lo que estábamos oyendo.
- ¿Quién paga esos gastos?
- ¿Él?, ¿el colegio? No, el Estado. Es un derecho. No es una caridad.
Aunque nunca habíamos pensado en eso, en un segundo comprendimos el error del director. ¿Pretendía ignorar que había un presupuesto para cada uno de nosotros, para cinco años de estudios? Todos estábamos aturdidos. El silencio se hizo sepulcral.
- Ustedes vienen de diferentes partes del país, de provincias -prosiguió la cantinela del director-. En algunas de ellas ni siquiera conocen el quaker. ¿quienes de Uds. comen en su casa quáker en su desayuno? ¿cuántos de ustedes comen tres platos en el almuerzo?.
No podíamos creer lo que escuchábamos. Aunque silenciosos comenzamos a incorporarnos. El director pensó que había triunfado, porque siguió hablando. Pero ya nadie lo escuchaba. Todos expresamos a viva voz nuestra protesta. Incluso algunos con insultos y palabras soeces. Llovieron pequeñas cajas de betún sobre el proscenio y luego pedazos de madera. Los gritos se hicieron ensordecedores. El director se quedó quieto sin saber qué hacer. Al ver que algunos alumnos dejaban sus asientos y hacían el ademán de subir al proscenio, los inspectores agarraron al director y casi a rastras se encargaron de sacarlo de ahí. Lo llevaron a su domicilio. Entonces se inició el gran desorden. Todos los años, hicieron causa común. Los profesores, que estaban reunidos en pequeños grupos, desaparecieron.
- Increíble Arturo, Cómo pudo suceder esto. Qué le pasó al director.
Es un tipo hábil, ¿por qué dijo lo que dijo?
- Pero no es sólo eso, Bertilo. ¿No has notado que hay un grupo que es el que más protesta?
- Sí, los he visto y oído. Se diría que quieren ser los líderes. Parece que no va a haber clases hoy día.
- Así como están las cosas, tal vez en la tarde. pero mira a ese grupo que viene, ésos son los que más han protestado.
- Oye Bardeli -le dije a uno de ellos-, qué va a pasar. Por qué tanto movimiento.
- Los externos pueden irse, los internos se quedan.
- ¿Qué quieres decir con eso? Claro que tenemos que quedarnos, somos internos ¿no?
- Ya es mediodía, vayan a almorzar.
Encontramos los portones cerrados. Frente a cada uno habían dos o tres alumnos que reemplazaban a los inspectores.
- Queremos ir al comedor.
- Nadie puede pasar. Van a ingresar por grupos.
No había ningún inspector, parecía que se habían esfumado.
- Ahí vienen Javier y Feijó. Oye Javier, ¿puedes decirme qué está pasando?
- Realmente no sé. Ya es tarde, vamos a almorzar
- No nos dejan entrar al comedor.
- ¿Quien no los deja?
- Los alumnos han tomado la puerta.
Era más de la una de la tarde. Fuimos al comedor. Ante la negativa de los alumnos se produjo un forcejeo antes de que pasáramos al comedor.
Había una mesa con representantes del Ministerio de Educación. Lo único que hicimos es almorzar.
En la mesa principal estaban los delegados del Ministerio con el grupo que encabezaba Bardeli y que éste abiertamente ya lideraba.
- ¿Quien les ha dado autoridad para liderar el grupo? -nos preguntamos-. No sabemos ni siquiera qué se discute y qué quieren.
La mayoría tampoco sabía nada. A las cinco de la tarde decidimos salir del colegio. Las puertas estaban cerradas, con candado y cadena. En la puerta principal, además de las cerraduras propias del gran portón de fierro, una doble cadena con candado y cuatro alumnos encargados de su custodia.
- ¿Qué piensan ustedes? ¿Creen que están haciendo bien, qué persiguen? Por mi parte yo no me quedo.
- Yo tampoco. A mí me abren la puerta.
Fuimos directo a la puerta.
- Queremos salir, abre la puerta.
- No tenemos la llave y no sabemos quién la tiene.
- Maldita sea. Creen que somos unos idiotas. Si no saben nada qué mierda hacen aquí.
Tratamos de abrir los candados sin conseguirlo. Uno de ellos desapareció y al poco rato volvió con Bardeli y con un grupo de seis alumnos de los años superiores,
- Mira Arturo, Bardeli tiene una pistola en la cintura. Qué se traen estos.
- Oigan Servat, Burga, Feijó, Malpartida -nos dijo Bardeli-, les quiero decir por única vez que estamos en huelga. Y nadie sale del colegio ustedes son internos y se quedan.
- ¿Nos quedamos? Quién nos obliga, maldita sea -dijo Javier-.
Ustedes dicen que es una huelga ¿Huelga por qué?
- ¿No lo sabes? Es para pedir la renuncia del director y mejorar la alimentación.
- Pues a mí no me parece esto lo correcto. Por lo tanto me mantengo al margen. No queremos permanecer en el colegio mientras dure esto. Así pensamos los cuatro.
- Son ustedes unos maricones. Pues tendrán que buscar la llave por que nosotros no la tenemos. Dieron media vuelta dispuesto a irse.
Todos corrimos y nos pusimos delante.
- No viejo, tú no te vas así no más. Tú estás dirigiendo esto y tú tienes las llaves. O nos abres o te hacemos responsable de lo que suceda.
No nos hizo caso y siguió avanzando, procuramos detenerlos con las manos. Hubo un forcejeo. Estuvimos a punto de llegar a las trompadas.
Bardeli hizo un gesto. Los otros se detuvieron.
- Son ustedes unos maricones de mierda. Están traicionando la causa de la juventud. Está bien, lárguense, pero van a ver lo que les va a pasar cuando termine esto.
- No nos amenaces. Tú cuidado con lo que haces. Esa advertencia es más para ustedes que para nosotros.
Abrieron la puerta y salimos. Nos fuimos al cine.
Al día siguiente, cuando nos acercamos al colegio, había policías que no nos dejaron acercar a sus inmediaciones, ni a la puerta principal. Al atardecer, ya casi de noche, una multitud impedía el tráfico de vehículos.
Hubo actos de enfrentamiento con la policía. Muchas personas trataron de voltear los carros.
- ¿Quienes son, de dónde han salido?
No parecían ser alumnos, ni familiares de los alumnos. Había por lo menos tres mil personas.
Resonaron disparos de fusil. La mayoría a la distancia y algunos cerca. De pronto apareció una multitud que corría en forma desordenada, casi atropellándose, con los rostros desencajados.
- ¿Qué les pasa a éstos, parece que hubieran visto al diablo?
- Es la caballería cojudo, corre.
Eran unos caballos enormes. Encima de ellos estaban los oficiales con la espada desenvainada y en alto. Parecía que la blandían sobre la multitud. Verlos y correr fue un solo acto. Bajamos por la avenida Venezuela y casi en grupo ingresamos huyendo al cinema City Hall. Estaba casi vacío y se llenó por completo. Los empleados sacaron a los que creyeron que no habían pagado su boleto. Nosotros nos quedamos y no nos dijeron nada. Vimos la película. Cuando salimos, parecía que las cosas se habían calmado.
Al siguiente día, la policía había sido reemplazada por tropas del Ejército. Había dos tanques y policías a caballo que no dejaban que nadie se acerque al perímetro del colegio.
- La tropa no deja entrar ni salir a nadie. No dejan entrar ni alimentos. Dicen que les han cortado el agua.
- Eso no puede ser. Puede que no dejen que les lleven alimentos pero no les pueden cortar el agua.
- Silva esta adentro. Mandó un papel pidiendo agua, frutas y pan.
- Bueno parece que la cosa se está poniendo más grave de lo que pensamos. Vamos a ver como están.
Cuando llegamos al jirón Chota, detrás del Colegio, habían pocos policías.
Compramos lo solicitado y nos dispusimos a entregarlo a Silva. En eso aparecieron dos policías.
- Un momento, a dónde van.
- A nuestras casas, vivimos aquí cerca.
Tocamos una puerta.
- Señora, somos alumnos del colegio. Nuestros amigos están dentro y no tienen qué comer.
Nos dejó subir a la azotea. Desde allí vimos que en la azotea del colegio habían alumnos haciendo guardia. Preguntamos por Silva y él se acercó. Nos saludaron con las manos y les arrojamos panes, plátanos y naranjas Huando.
Cuando salíamos por la avenida Bolivia, el lado izquierdo del colegio, era escenario de una pelea campal. Algunos alumnos trataban de arrojar alimentos a sus compañeros y la policía trataba de detenerlos. Los alumnos atrincherados desde la azotea, comenzaron a arrojarles tablas y latas. Al tratar de esquivarlas, los policías soltaban a los alumnos que se escabulleron. En pocos minutos, la avenida estaba llena de policías. Nosotros ya estabamos fuera de su alcance, pero por calles vecinas otro grupo corría, perseguida a distancia por la caballería. En su huida arrojaron gasolina a la calle y le echaron un fósforo encendido cuando los policías estaban cerca. Los caballos se encabritaron y no pudieron pasar. Sonaron
disparos de fusil.
- Mejor nos vamos. No quisiera morir por una bala perdida. allá está el local del Partido del Pueblo. Dicen que ahí la comida es barata ¿por qué no ingresamos?
El local estaba bastante concurrido. Nadie nos impidió. En eso vimos aparecer a un alumno del quinto año llamado Yaya. Habíamos escuchado hablar de su filiación aprista como algo incorrecto y denigrante.
- ¿Como puede meterse a la política, si no termina sus estudios?
Para dedicarse a la política uno debe haber terminado su último año de media o incluso sus estudios superiores.
- ¿No sabes que cosa es la JAP?
- JAP es la Juventud Aprista Peruana. Aleccionan a muchos cojudos como tú, y te fanatizan, como a Huayta que odia al diario El Comercio sólo porque habla mal de ellos.
Yaya, alzó la voz dirigiéndose a un grupo en tono triunfante.
- Los muchachos del colegio Guadalupe se están portando bien, hay que brindarles más ayuda, hay que enviarles panes. Quiero voluntarios.
- Maldita sea, la huelga del colegio es política. Eso de la reivindicación de los alumnos, es mentira de los apristas. Con razón Bardeli estaba con la pistola al cinto, para darse autoridad. Y los otros igual, apristas. Toda esa gente que vocifera y quieren voltear los carros, no son alumnos, ni familiares nuestros. No parecen ni gente decente, parecen gente pagada.
- Pero, con qué fin ¿qué ganan?
- ¿No sabes que el Presidente Bustamante que ganó las elecciones con el voto aprista, ahora está en la otra orilla? Ha puesto a un militar, el general Odria, como ministro del interior. Dicen que es un maldito, él ha enviado la tropa.
- Pero el Apra qué quiere?.
- ¿No te das cuenta? Desestabilizar este gobierno e imponer sus condiciones a cambio de la paz social.
- Eso es chantaje, atiné a decir-.
- Chantaje pues. Por eso me revienta que nuestra huelga tenga tinte político. Nos están usando. Estuvo bien no estar con ellos. Nuestra decisión fue acertada.
Mientras caminaba a la pensión de mis hermanos, que para entonces también estudiaban en Lima, sentí angustia. No podía comprender el enfrentamiento de alumnos con las fuerzas militares y peor si era por razones políticas, que no tenían nada que ver con el bienestar de los alumnos. Al acostarme no pude dormir. Comenzó una balacera a lo lejos y luego otra cerca. Al subir a la azotea ví correr alumnos en distintas direcciones, todos perseguidos por policías a caballo. Las correrías
persistieron hasta la madrugada. Mi pensión quedaba a diez cuadras del colegio.
Al día siguiente, muy temprano tocó la puerta un pensionista.
- Escucha las noticias en la radio. Dicen que han muerto varios alumnos.
- No puede ser, eso sería desastroso.
Mientras desayunábamos, prestamos oído a la radio. “La tropa abaleó a decenas de alumnos, hay muchos heridos y algunos muertos. No se sabe oficialmente cuántos. Sólo hay un niño muerto, de catorce años, que ha sido llevado a la morgue.
Al rato llegamos a las inmediaciones del colegio. No había un sólo policía. Seguimos avanzando. Las puertas estaban abiertas. Nos encontramos con un amigo.
- La tropa se esfumó en la mañana. Aquí hubo gritos de alegría
¿sabes que ésta huelga ha sido organizado por los apristas? Todos festejaban. cuando supieron que había muerto un alumno la cosa cambió.
Ahora están callados y temerosos.
- Dicen que son varios muertos
- No, sólo uno.
Como las noticias de periódicos y radios decían que los alumnos estaban sitiados y no tenían qué comer, comenzó a llegar gente de toda condición con bolsas de pan, naranjas, plátanos y otros comestibles que fueron almacenándose en un salón que pronto se llenó.
El cadáver estaba en la morgue. A mediodía fuimos para allá, llevados sobre todo por la curiosidad. En el camino encontramos a un alumno. Estaba sudoroso, con el pelo revuelto y visiblemente emocionado.
- Ha sido una cosa tremenda. Cuando llegó el juez no nos dejaron entrar a la morgue, a pesar de que éramos como cincuenta. Pero los estudiantes de medicina retiraron el cadáver por una ventana y lo llevamos a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dijeron que el Ejército estaba en camino, con la orden de arrebatarnos el cadáver, por eso
ingresamos a la Universidad.
No resistimos la tentación de ir también allí. Había una gran cantidad de gente reunida. De toda condición social. Había sobre todo gente jóven, estudiantes de todos los Colegios de Lima, absolutamente todos, incluso de nuestro rival el Colegio Nacional Alfonso Ugarte,cuyos alumnos apoyaron a los del Guadalupe, creo que ahí se acabó la rivalidad, y nació una especie de respeto y hasta de simpatía mutua entre ambos Colegios. Ingresamos al patio principal. Junto a la pileta estaba el cadáver del muchacho en una simple caja de madera. Pensamos con horror y tristeza en el dramático episodio final de una huelga que creíamos reivindicatoria y que al final fue política.
Luego se llevaron el cadáver en hombros. Rodeado de una multitud de miles de personas, la mayoría alumnos de todos los Colegios de Lima y estudiantes universitarios, recorrieron lentamente las calles hasta llegar al Colegio Guadalupe donde se
iba a velar. Ningún político estuvo a la vista. Ni el grupo iniciador de la huelga. Ni en el recorrido, ni en el colegio. La gente formó largas colas para ir a ver el cadáver incluso hasta altas horas de la noche, aprovechando para llevar algunos regalos para los alumnos.
- ¿Cuantos días estuvieron sin comer? -pregunté-.
- Siempre hubo comida. Pero era frijoles casi todos los días y al final no había arroz. Pero no faltó comida, ni agua. Usamos la de la piscina, pero un día más y ya no habrían quedado ni frijoles.
Hubo guardia permanente no solo de estudiantes sino también se hicieron presente personalidades de ese entonces. Las coronas y las cruces rodearon todo el colegio Guadalupe, lo resaltante fue que el asesino y cínico General Manuel A. Odría (Ministro de Gobierno y Policía) envío su ofrenda floral, por supuesto rechazada. El 7 de Septiembre continúo el homenaje, desfilando día y noche el adiós al primer mártir de la Educación Secundaria Gratuita.
El entierro fue solemne.
La concurrencia fue multitudinaria, José Gálvez, el entonces presidente del Senado, presidió el cortejo fúnebre a pie hasta el cementerio.
Nos pidieron que nos pusiéramos nuestros uniformes e hicimos una cadena humana a lo largo de todo el recorrido. El avance fue lento, ordenado y ceremonioso. Cuando todo terminó, llegó llorando una mujer humilde, provinciana, vestida de negro. Era la madre del estudiante muerto. Unos alumnos le enseñaron la tumba. Ahí permaneció postrada un largo rato.
MEJOR LEO LA BIBLIA COMPLETA....TODO BONITO,PERO NO IMPORTA SI DURA DEMASIADO
Interesante escrito ¿Cual es tu fuente?.
nunca entenderé por que en Perú dejamos de marchar así, parecen marcha europea asiática, ordenada elegante. ahora es todo un caos , por eso ni calificamos con una de las mejores marchas, que xvr marchar así tmr.
Lo que pasa es que Perú seguía una tradición francesa que empezó después de la guerra del Pacífico. Perú en ese entonces era diferente de sus vecinos latinos que optaron por el modelo Aleman como Chile, Bolivia y Argentina. Sin embargo Perú destacaba en ese entonces por sus uniformes y desfiles elegantes traídos por generales de Francia, pero esto cambiaría al terminar la segunda guerra mundial donde Perú recibió una misión militar estadounidense donde muchas tradiciones francesas se dejaron de lado, luego en el gobierno de Alan García y Velasco también se produjeron cambios para modernizar el ejército peronotra vez se dejó de lado el modelo francés. El Perú debe volver a su tradición francesa ya que Perú siempre vio a Francia como un país aliado incluso más que Rusia o Estados Unidos.
1947 La rebelión guadalupana:
habían transcurrido siete años desde que el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe celebrara su 1er centenario. Reputado como el primer plantel educacional del Perú. Guadalupe es aún en 1947 líder en muchos aspectos.
Más de 3,000 alumnos recibían instrucción en sus aulas y aproximadamente 700 muchachos estaban listos para egresar ese año. Pero la Promoción 1947 estaba destinada a protagonizar un episodio heroico que culminó trágicamente con la muerte del joven Heriberto Avellaneda Beltrán durante el enfrentamiento con las fuerzas policiales destacadas por el entonces ministro de Gobierno y Policía, General Manuel A. Odría.
Gobernada el país el Dr. José Luis Bustamante y Rivero, teniendo como ministro de Educación al Ing. Cristobal de Lozada y Puga. Era Director del Colegio Guadalupe el Dr. Manuel Calvo y Pérez.
Cuando se planeó el reclamo nadie pensó que todo acabaría con un muerto y varios heridos. Ni siquiera se consideró la posibilidad de una huelga. En realidad todo comenzó porque en el almuerzo y comida a los internos guadalupanos les daban todos los días, arroz con frijoles y carne sancochada, en platos despostillados, no obstante que en los almacenes se encontraron vajilla nueva y de buena calidad.
A esta deficiencia se sumó luego el reclamo por algunos malos profesores, así como por el malestar que reinaba por el mal estado del Colegio. Los internos se quejaban de la alimentación, la pobre atención, de los dormitorios estrechos y mal iluminados, los servicios higiénicos en mal estado, mientras el Director ocupaba 13 amplias habitaciones y guardaba 500 sábanas y frazadas nuevas sin entregar a los alumnos. Por todo esto es que se formó una comisión que debía formular los reclamos, integrada por los alumnos más destacados del último año, los de la Promoción G 47.
El viernes 29 de agosto, los internos fueron al comedor por la noche y se dieron con la sorpresa de encontrar un menú igual al de todos los días: arroz con frijoles y carne sancochada. Pedro Chávez Caballero que era el secretario de organización del comité relató que en ese momento los internos decidieron no comer y reclamar ante el jefe de la cocina apellidado Ayllón, que para colmo de males no estaba ese día, así que la queja la recibió el Regente del Colegio, Daniel Cavero. Cavero, que no tenía incumbencia en el asunto, recomendó a los alumnos que plantearan sus quejas y reclamos ante el Director. Para esto los internos no sólo se habían negado a comer sino que habían volteado los platos y golpeaban las mesas con los cubiertos en señal de protesta.
Mientras esto ocurría en el comedor, alguien sugirió que mejor sería reunirse en el Salón de Actos a la espera del Director. Así se hizo, hasta que ante los alumnos se presentó el Dr. Calvo y Pérez. El Director en principio escuchó todas las quejas y reclamos de los muchachos, pero al final les dijo que para dar una solución a los problemas tendría que conversar con el Ministro que, a la sazón, era el Ing. Crsitobal de Lozada y Puga. El sábado y domingo prácticamente no se avanzó nada. El lunes primero cuando recién se iniciaban las clases se anunció la visita del Ministro. Los alumnos fueron reunidos en el Salón de Actos. Allí expusieron los problemas David Juscamaita y Julio Pereda, del Comité de Defensa, quienes desde ese momento tomaron las riendas del movimiento reinvindicatorio. Junto al Ministro había llegado un piquete de policías que ingresó al Colegio, pero también se fueron junto con el Ministro. Prácticamente no se llegó a una solución concreta, dejando el problema para el futuro. Los muchachos al ver que sus dificultades no iban tener solución inmediata o por lo menos a corto plazo decidieron hacer una huelga.
Entonces, los alumnos del quinto año sección "E" y "J", donde se encontraban los hijos del Director, Manuel y Jorge, empezaron a recorrer los patios y los salones, exhortando a los más de 3,500 estudiantes con las arengas de ¡Vamos a la huelga!. La agitación se extendió como un reguero de pólvora. A los pocos momentos tomaron el local y los profesores y auxiliares que se encontraban dentro del plantel fueron obligados a abandonarlo.
Así fue como empezó un gran movimiento de solidaridad. Muchos alumnos quedaron adentro. Otros abandonaron el Colegio para lo cual los porteros abrieron las puertas del plantel. Salieron apresuradamente los alumnos de 1°, 2° y 3° año. Los de 4° y 5° año se quedaron en busca de explicaciones. A las 11 de la mañana, el Comité empezó a repartir volantes dando cuenta de las causas de la protesta. Lo cierto es que al mediodía las paredes del Colegio estaban cubiertas de cartelones alusivos al movimiento, en uno de ellos se leía: "Estamos sitiados, no tenemos que comer", y en las ventanas se exhibían el menaje del comedor. En las bodegas del Colegio había provisiones como para 15 días, pero los huelguistas en previsión de las represalias tomaron medidas, llenaron la piscina y en buena hora pues al poco tiempo de iniciada la huelga se cortó el agua y electricidad, además de las líneas telefónicas. Los amigos y familiares de los huelguistas enterados de que los muchachos no tenían mucho para comer, se acercaban hasta el Colegio y les arrojaban a los techos, especialmente por el lado de la cocina, entre Chota y Bolivia, galletas, frutas, chocolates y caramelos. Los policías que observaban esta ayuda nada hicieron para impedirla porque se dijo que varios oficiales y personal de tropa tenían a sus hijos dentro del local.
La huelga continuaba y los muchachos, muy serios, rondaban los techos con sus fusiles al hombro; con esos fusiles viejos que se usaban para desfilar, algunos tenían palos de escoba para simular un fusil.
El miércoles 4, los padres de familia en un intento por lograr que sus hijos depusieran su actitud, ingresaron al plantel, pero no consiguieron quebrar la resistencia de los huelguistas. Ese mismo día, varios Colegios de la Capital se unieron a la huelga. Algunos guadalupanos intentaron dirigirse al Colegio Rosa de Santa María. Allí la alumna Flor de María Saco arengó a sus compañeras en el patio reclamando apoyo a los valientes huelguistas. Pero fueron desalojados por la Policía que les arrojaron gases lacrimógenos, algunos escaparon por los techos, sin embargo ese Colegio y el Alfonso Ugarte se plegaron al movimiento.
El viernes 5, en las primeras horas de la noche, la banda de música tocó la marcha guadalupana, del profesor Severino Sedó, acompañada de de un coro gigantesco y emocionado que se encontraba a sus alrededores. En ese instante la tropa de asalto lanzó bombas lacrimógenas y algunos disparos al aire e inició la persecución de los grupos apostados en las inmediaciones. Los alumnos corrían en todas las direcciones. Algunos llegaron hasta el jirón Washington y San Jacinto, siendo contenidos a varazos por las tropas que esperaban en ese lugar. En ese grupo estaba Heriberto Avellaneda Beltrán, guadalupano de 2° año, de 15 años de edad, natural de Yauyos, quien cayó mortalmente herido, siendo trasladado inmediatamente a la Asistencia Pública donde falleció a los 5 minutos. Una veintena más recibieron impactos de bala.
Si bien esta huelga fue netamente de reinvindicación estudiantil, los especuladores aseguraron que el Apra, por intermedio de sus cuadros juveniles había influido para terminar de minar políticamente al régimen del presidente Dr. José Luis Bustamente y Rivero. Esta circunstancia no desamerita en absoluto la actitud de los guadalupanos que hacían honor a su tradición. Esa noche se temió que la tropa de asalto tomaría Guadalupe. El rumor llegó hasta las esferas parlamentarias cuyos Presidentes pidieron garantías al gobierno. Alejandro Bertello, Presidente de la Asociación Guadalupana, trabajó intensamente en ese mismo sentido.
Manuel Herrera del 5° "F", desde una casa del jirón Chota consiguió una gran cantidad de velas y fósforos y las tiraba al techo de la cocina. Aunque después para confundir a la tropa, Juscamayta ordenó oscuridad absoluta. Como se sospechaba un ataque, los alumnos más aprovechados de Química, entraron al laborarorio para preparar originales bombas de ácido en botellas de gaseosas para repeler a la fuerza pública.
El día sábado 6, el cadáver de Avellaneda que había sido conducido el día anterior a la morgue, fue recuperado de la manera más audaz.
CONTINUARÁ......
eso eso , eso fue todo amigos...
Como perdimos tanta marcialidad de nuestros escolares
La Medalla de Oro Premilitar, un lauro en la historia del Colegio Gudalupe:
Este singular trofeo constituía el máximo galardón al que los colegios podían acceder en el marco de lo que se conoció como Instrucción Pre-Militar. El objetivo de esta era "contribuir a formar en los escolares el patriotismo y prepararlos para el cumplimiento de deberes cívico militares para cuando la Patria así lo requiriera".
Como parte de esta disciplina, el Ejercito y el Ministerio de Educación instituyeron los desfiles pre-militares, tal como hoy se conocen los desfiles escolares.
El desfile principal se efectuaba en el Campo de Marte en dos fechas, una de precalificación y otra final, con la concurrencia de las principales autoridades del país.
Los colegios finalistas competían para obtener varias preseas. Así, se instituyó el Gallardete, que debía ser ganado en tres oportunidades para pasar a competir por la segunda presea: el Sol Radiante. Tres veces más debía lograrse este trofeo para obtenerlo a Perpetuidad. Más tarde se instituyeron la Medalla de Plata y la Medalla de Oro y se requería obtenerla por cinco años para ser Perpetuo su otorgamiento al colegio ganador.
Pero no bastaba la calificación obtenida en el desfile, también los alumnos del quinto año de secundaria debían acumular un alto puntaje en los ejercicios de tiro que se efectuaban en el Polígono del Ejercito. Promediando este puntaje con el alcanzado en el desfile se definía al ganador de cada presea.
En 1967, dos colegios el mismo año, uno en el grupo de Colegios Particualres: el "Salesiano" y otro entre los Estatales "Nuestra Señora de Guadalupe", lograron a perpetuidad el máximo galardón la Medalla de Oro. A partir de 1968 se suspendió el desfile pre-militar y por tanto sólo estos dos Colegios llegaron a lucir esa hermosa presea en sus respectivos Pabellones.
Esos trofeos son pues, la herencia que muchas promociones salesianas y guadalupanas dejaron a la posteridad, con esfuerzo y muchas horas de entrrenamiento, marchas, rigor físico, permanencia en el colegio más allá del horario habitual de estudio y voluntad para afiatar las respectivas bandas"
Fuente: reocities.com/CollegePark/union/3108/exa8.html del Colegio Salesiano.
"La historia a partir de 1968 en cuanto a los desfiles no ha dejado mayor huella. Por una parte hubo años en que se suspendieron estos. Luego se competía en un desfile distrital para estar presentes en una gran parada escolar. En otras, el propio colegio consideró sólo asistir con su escolta y por lo tanto no calificar. Otros colegios crecieron en sus bandas, su organización y su interés por figurar en estas competencias. Para el Colegio Salesiano dejó de ser relevante.
Tal vez una muestra de la dejadez en que se incurrió en esta actividad se muestra palpablemente en el hecho que extraviaran la Medalla de Oro que tan ardorosamente se ganó por más de 20 promociones. Un integrante de la Promo67 refiere: "En una visita que hicimos al Colegio Guadalupe, el otro colegio que ganó esta medalla en el mismo año como representante de los Colegios Nacionales, constatamos como es guardada celosamente por sus autoridades. Tuvimos que recurrir a ellos para tomar una foto dado que en el Colegio Salesiano habían perdido la Medalla y ni siquiera se habían tomado la molestia de rehacerla, aún como burda copia".
Fuente: uespromo67.com/portalues/index.php?name=Sections&req=viewarticle&artid=242 del Colegio Salesiano.
Nota Sobre Heriberto Avellanada Beltrán
La revista norteamericana Time publico el 15 de setiembre de 1947 un articulo sobre el alumno guadalupano Heriberto Avellaneda Beltrán. Aquí la versión en ingles:
Across Lima's Plaza San Martin, blue-sweatered students bore a pine coffin wrapped in the Peruvian flag. Watching crowds sang the national anthem as the procession moved toward the Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe, Lima's largest (7,000 students) public high school. As the gates of the school chapel swung open, a bugler sounded taps. A senior spoke briefly. Heriberto Avellanada Beltrán, he said, had died for liberty.
The Protest. Avellanada's death marked the end of a tumultuous week at the school. The student body, mostly boys of poorer families, has long been politically conscious, took part in the turbulence from which APRA rose a quarter-century ago. Despite a recent law banishing politics from schools, it is still a bastion of Aprista influence.
For months, students at Guadalupe had petitioned and protested against dormitories so crowded that 120 slept in a single room, against wretched food, a shortage of water. They had demanded dismissal of the school's director as incompetent and dishonest. Finally brusque Education Minister Cristóbal de Lozada Puga. an anti-Aprista, visited Guadalupe, promised to investigate conditions, warned the students against political agitation. The students went on strike.
Urging the need to uphold the "principle of authority," the Government closed the school. But 900 students barricaded themselves in the grey stucco building, stayed there even when the Government cut off light, food, water. Outside, armed police, on horse and afoot, laid siege.
The Death. One night last week, the beleaguered students brought their band onto the roof to play the national anthem. Guadalupanos and spectators in the streets, including other school children, joined in the chorus: "We are free and shall be always." The cops started to clear the streets. Stones flew at them. Swinging sabers and tossing tear gas, the mounted police charged. After a few blocks they dismounted and fired into the retreating crowd. Fifteen-year-old Sophomore Heriberto Avellanada was dead with a bullet in his heart, and 19 others, including a few adults, were wounded.
Next day the frightened Government called off the cops. Interior Minister Manuel Odria, who was responsible for the police, would probably pay with his job. It also looked as though APRA, which had all but put itself out of business with its disastrous general strike last fortnight, had been saved by the stupidity of its Government opponents.
en ese desfile estuvo mi tio promocion 1948 del PCNR Guadalupe
HERMOSO Y TENEBROSA LA MARCHA !
El emblemático colegio nacional Nuestra Sra. De Guadalupe pasa marcial como si fuera parte del Alfonso Ugarte. Su chompa celeste con la insignia de la "G' es inconfundible ..
El Colegio Ricardo Palma no participó en este desfile, porque aún no se creaba. Pero su creación tuvo directa relación de la protesta estudiantil de 1947 en el Colegio Guadalupe:
1)La creación del Colegio Nacional Ricardo Palma tiene como su más remoto antecedente la revuelta juvenil habida en el Colegio Guadalupe por mejoras en su infraestructura y en la atención pedagógica y alimenticia de sus alumnos. El 3 de setiembre de 1947 estalló una huelga estudiantil que se complicó a raíz de la muerte a balazos, en un confuso incidente con la policía, del alumno guadalupano Heriberto Avellaneda Beltrán, ocurrido la noche del día 5. Un dato histórico es que José María Arguedas fue designado como miembro de la comisión investigadora de la huelga en el Colegio Guadalupe.
2)El gobierno del presidente Bustamante ordenó la intervención del plantel. Colocó en la dirección interina del mismo a don Carlos Cueto Fernandini, entonces director de Educación Secundaria del Ministerio de Educación. Este educador introdujo profundas reformas, una de las cuales fue reducir de 80 a 45 el número de alumnos por aula. Los excedentes fueron reubicados en tres nuevos colegios denominados “anexos del Guadalupe”, el primero de los cuales fue el Colegio Nacional Ricardo Palma de Miraflores, creado por Resolución Suprema del 23 de enero de 1948. Al frente del mismo fue designado como director el docente Víctor Rabanal Cárdenas. El Colegio Ricardo Palma fue el primero en el país donde se aplicó la reforma educativa Cueto Fernandini, confirmada luego por el coronel Juan Mendoza Rodríguez, ministro de Educación a raíz del golpe de Estado del general Odría, en octubre de 1948.
que admirable, los de ahora son pura m...
Ésa era nuestra verdadera tradición militar. Y se marchaba en Campo de Marte
Este fue el último año de gobierno de José Luis Bustamante y Rivero, pues en octubre de 1948, fue derrocado por una junta militar presidida por el General Manuel.a.Odria.
esos de uniforme y fusil debe de ser mi colegio el LEONCIO PRADO CMLP !!! ??
LA SERRANADA JODIO TODO
Compañero: algunas correcciones a la biografía de Juan Pablo Chang Navarro-Lévano. Él se inició en la política como colegial en la huelga del Colegio Guadalupe en 1947. Por eso fue apresado luego del golpe de Odría. Nunca estuvo en el Comité Central del Partido Comunista, pero sí en las filas del Partido, donde tuvo mucha relación con la juventud. Cordialmente, Héctor Béjar
MINUTO 4: PASO DEL GLORIOSO COLEGIO NACIONAL NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE AUNQUE NO LO MENCIONA EL LOCUTOR. "ABRID ANCHO PASO LAS PALMAS BATID QUE VA GUADALUPE MARCHANDO A LA LID. LA FRENTE ALTANERA, FIRME EL CORAZON PUES ES GUADALUPE COLEGIO CAMPEON. TRA LA LA, TRA LA LA, TRA LA LA LA LA LA...."
Asombroso
En esos tiempos había mucho fervor patriótico ahora todo a cambiado
He aquí la versión traducida:
Al otro lado de Lima, en la Plaza San Martin, los estudiantes con chompa celeste llevaban un ataúd de pino envuelto en la bandera peruana. Multitudes que miran cantaron el himno nacional mientras la procesión se dirigió hacia el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe, la más grande (7.000 estudiantes) escuela secundaria pública de Lima. Como las puertas de la capilla del colegio se abrieron, un corneta toco. Un alto directivo habló brevemente. Heriberto Avellaneda Beltrán, dijo, había muerto por la libertad.
La Protesta. La muerte de Avellaneda marcó el final de una semana tumultuosa en el colegio. El alumnado, en su mayoría niños de las familias más pobres, ha ido formando durante mucho tiempo una conciencia política, tomó parte en la turbulencia de la que el APRA se levantó hace un cuarto de siglo. A pesar de una reciente ley desterrando la política de las escuelas, sigue siendo un bastión de la influencia aprista.
Durante meses, los estudiantes de Guadalupe habían pedido y protestado contra los dormitorios tan llenos que 120 dormían en una habitación individual, contra la miserable comida, la escasez de agua. Habían exigido el despido del director del colegio como incompetente y deshonesto. Finalmente el ministro de Educación Cristóbal de Lozada Puga, un anti-aprista, visitó el Guadalupe, prometió investigar las condiciones, advirtió a los estudiantes en contra de la agitación política. Los estudiantes se declararon en huelga.
Instando a la necesidad de mantener el "principio de autoridad", el Gobierno cerró el colegio. Pero 900 estudiantes se atrincheraron en el edificio de cemento gris, se quedaron allí, incluso cuando el Gobierno cortó la luz, la comida, el agua. En el exterior, la policía armada, a caballo y a pie, la sitiaron.
La Muerte. Una noche, la semana pasada, los estudiantes acosados trajo a su banda de músicos a la azotea a tocar el himno nacional. Los Guadalupanos y espectadores en las calles, incluyendo otros niños de los colegios, se unieron al coro: "Somos libres, seamos, seamoslo siempre". Los policías comenzaron a limpiar las calles. Las piedras volaban hacia ellos, agitando sables y lanzando gases lacrimógenos, la policía montada cargó. Después de unas pocas cuadras desmontaron y dispararon contra la multitud en retirada. Heriberto Avellaneda, con quince años de edad, estudiante del segundo año fue muerto con una bala en el corazón, y otras 19 personas, entre ellas algunos adultos, resultaron heridos.
Al día siguiente el Gobierno asustado decidió sacar a la policía de las calles. El Ministro del Interior, Manuel Odría, quien fue el responsable de la policía, probablemente pagará con su trabajo. También parecía que el APRA, que habla de todo, pero ponerse a la quiebra con su desastrosa huelga general última quincena, había sido salvado por la estupidez de sus oponentes del gobierno.
le falto nombrar al colegio Guadalupe..!!!!
Cristobal 1985: Reunión de exilados del Apra, junio 1954:
Héctor Cordero tiene otra percepción de los hechos. Para él, Seoane apoyaba
al sector radicalizado del Apra no porque compartiera realmente sus posiciones,
sino como una manera de consolidar su propia fuerza al interior del partido:
«nunca creí que Seoane llegase a una ruptura con el Apra, sino que el apoyo
significaba un paso adelante frente al entreguismo cada vez más evidente de
Haya» (Cristóbal 1985: 129). Esta falta de compromiso ideológico hacía que, al
marchar a Montevideo, Seoane lo hiciera en una posición de debilidad.
"Seoane va a Montevideo prácticamente derrotado. Tuve oportunidad de ver
al “cachorro” cuando pasa por Argentina rumbo a la entrevista. Solamente
fuimos a verlo Alberto Hidalgo, David Juscamayta y yo. En la entrevista nos dimos
cuenta que Seoane no tenía la decisión para enfrentarse a Haya. Seoane sabía
que la reunión era para sentenciarlo pues era el principal disidente"
Qué Colegio ganó el desfile premilitar de 1947?,
Fue el Colegio Militar Leoncio Prado. Los anteriores los había ganado el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
He aquí el testimonio de Bertilo Malpartida, promoción 1948 del Colegio Guadalupe, sobre el desfile premilitar de 1947:
"El desfile fue algo maravilloso. Imaginen a cerca de cinco mil alumnos, alineados en hileras de veinte, y una multitud que nos aplaudían a rabiar. Un nuevo colegio, el Colegio Militar Leoncio Prado, quedó en primer lugar. Tienen un uniforme militar azul con botones dorados, kepí de oficiales, charreteras en los hombros y botines blancos. Están tan bien entrenados que marchan como si fueran soldados o cadetes. Llevan un fusil real con bayoneta y a nosotros con nuestro pobre uniforme, que solo es una chompa celeste y un simple kepí de tela, con pantalones azules o negros, que no nos permitió ni siquiera competir, ellos quedaron en el primer lugar".
Pero para la calificación del pueblo el Colegio Guadalupe había sido el ganador. El Colegio Militar solo había ganado por su uniforme, y quedó un sentimiento de frustación en el alumnado del Colegio Guadalupe por haber perdido el desfile, de tal manera, que para el año 1948, se debía dar la gran revancha. Y así fue.
El Director del Colegio Guadalupe ya era el Teniente Coronel Carlos Gonzales Iglesias, y él quería ganar el desfile premilitar de 1948, pero sabía que en el desfile tenía que presentar un uniforme que compitiera con el del Colegio Militar Leoncio Prado, porque en porte, alineación, orden y gallardía, los muchachos del Guadalupe no tenían comparación. Y así nació el Uniforme Comando. He aquí el testimonio de Arkivperú:
"El familiar atuendo escolar que era conocido como “Comando” se creó como una alternativa para solucionar la economía de los padres de familia, debido a su variedad de uso y su durabilidad. El señor Alfredo Maccera, gerente de la división de confecciones textiles de la casa “Reiser & Curioni”, comenzó a bosquejar un diseño que reuniera las condiciones más exigibles para vestir a la juventud escolar y sobre todo con bajo costo. Corría el año 1948, y era director del 1er Colegio Nacional de la República de Nuestra Señora de Guadalupe el entonces Comandante Gonzáles Iglesias, quien tenía la idea de un atuendo que tipificara al alumno guadalupano y lo llevara a volver a ganar en los desfiles premilitares".
"Maccera y Gonzáles Iglesias tuvieron varias conversaciones y, luego de estudiar los pro y los contras, surgió el primer modelo “Comando”, diseñado exclusivamente para el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, y se inspiró pensando en la popularidad de los comandos ingleses durante la segunda guerra mundial. Ese año, el Guadalupe conquistó la aprobación unánime del pueblo y del jurado calificador de su uniforme en su presentación en el desfile de Fiestas Patrias, ya que los asistentes no podían creer que los guadalupanos no desfilaran con su clasica chompa celeste, y sí con un elegante uniforme comando, y así ganó el Sol Radiante de Eficiencia Premilitar de 1948, y no solo eso sino que gano la aprobación del pueblo, y en los diarios del día siguiente se daba cuenta de la elegancia y cadencia que habían demostrado los guadalupanos con su nuevo uniforme. El Ministro de Educación de entonces, el General Juan Mendoza, tomó interés de la experiencia del Colegio Guadalupe, por lo que recomendó a partir de 1949, según resolución suprema, el uso del nuevo uniforme en los establecimientos nacionales y particulares".
Como es sabido en el último desfile premilitar de 1967, y siempre con el uniforme Comando, el Colegio Guadalupe obtuvo el Sol Radiante de Eficiencia Premilitar "A Perpetuidad"..
Enrique Zavaleta amigo desde 1967 munca más hubo un desfile pre militar
En esos años Tacna le pertenecia al Perú o a Chile????
Ya estába en posesión de Perú
que defilaban bien antes? que les paso??
Antes que los progres volvieran los desfiles pasacalles y carnavales.
Como se llama la marcha mnto: 2:34 porfvor
Marchas Militares Peruanas "AYACUCHO"
Se ,perdió cuando al gobierno dejó de atender la educación,por los 90s
Escuela Jose Granda llevan el gallardete ganado por 3 años.
Yo estudié en el colegio José Granda. Se inauguró en 1961 o 62 creo. Soy promoción 83
IGUAL QUE HOY,,,PURO CIRCO,,,A FALTA DE PAN