La Clave De La Prosperidad [LAS RIQUEZAS DE LA MENTE] - Charles Filmore | AUDIOLIBRO COMPLETO

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  • Опубліковано 28 лис 2024

КОМЕНТАРІ •

  • @juanandresinzunzafuentes3495
    @juanandresinzunzafuentes3495 5 місяців тому +10

    aplico un par de leyes hace unos años y me ha ido muy bien , no soy un magnate ni multimillonario porque eso no es lo que me imagino , pero lo que si me imagino lo materializo!

  • @lauric
    @lauric 3 години тому

    Enfocarse en las ideas correctas 🕯️

  • @dorisflorez-vm3wu
    @dorisflorez-vm3wu 5 місяців тому +5

    Muy bueno, y practico

  • @migdalia2576
    @migdalia2576 5 місяців тому +5

    Buen video gracias bendiciones

  • @vilmablanco3750
    @vilmablanco3750 4 місяці тому +6

    La Consciencia determina la realidad
    La Consciencia individualizada del hombre determina su realidad personal.
    La Consciencia se desarrolla en el hombre en la medida que el hombre se concentra en su propio desarrollo evolutivo de su Consciencia.
    El hombre determina el crecimiento de su desarrollo atraves de adquisición de una nueva expresión de su Consciencia.
    El hombre es de la altura de su Consciencia.
    La Consciencia se expande hacia el crecimiento y la evolución.
    Todo lo que nos rodea es sinónimo de la Consciencia creativa que va en direcciones crecientes.
    La Consciencia es una energía poderosa e infinita que atesora un conocimiento nuevo que enriquece la vida de todos los seres humanos.
    La Consciencia es Opulencia.
    La Opulencia es una característica de la Consciencia creativa
    Todo hombre que se concentra en la Opulencia o Demasia infinita y aprender de este principio divino universal obtiene resultado de riquezas prosperidad abundancia vigor armónica sabiduría amor contentura y experiencia de éxito y logros tanto en lo personal como para compartir con todos los demás seres humanos.

  • @nancyromerogonzalez9044
    @nancyromerogonzalez9044 4 місяці тому +2

    El poder de la mente😮

  • @lauric
    @lauric 3 години тому

    Liberate de tus juicios pues no hay condena en Cristo Jesús