19 Julio 2024-Viernes 15º Ordinario-Ciclo B-Mt 12, 1-8-Si no vives como piensas pensarás como vives.

EVANGELIO DEL VIERNES 15º DEL TIEMPO ORDINARIO, 19 DE JULIO 2024-CICLO B: Mt 12, 1-8: «SI NO VIVES COMO PIENSAS, TERMINARÁS PENSANDO COMO VIVES». Por ahí se dice: "Si no vives como piensas, vas a terminar pensando como vives". Los Fariseos se acercan a Jesús y se quejan: "No, pues, Tú eres maestro y mira lo que tus discípulos están haciendo"... Se trata de una agresión. A Jesús le están tirando las pedradas. El Evangelio nos ubica en la actividad de Jesús durante un sábado. Y Él va con sus discípulos de un lugar a otro, atravesando por medio de un sembrado. Jesús va caminando y, además, en sábado. Los discípulos hicieron algo más gordo: Tenían hambre y se pusieron a recoger las espigas y a comer. Los fariseos, que se cuidan, no se quisieron meter con Jesús, por si acaso. Los maestros se quieren meter con el Maestro.
PRIMERO ESTÁ COMER QUE SER CRISTIANO. Sin embargo, Jesús en su sencillez respondió como maestro y responde con la misma Ley, en el sentido de que primero está sobrevivir, comer, antes que ser cristiano. Jesús no anda presumiendo. Simplemente les dice que la Biblia (La Ley y los Profetas) nos recuerda que David y sus siervos comieron de los panes que sólo los sacerdotes podían comer. Así Jesús les reprende por condenar a quien tiene necesidad de satisfacer su hambre. Primera respuesta. Luego, Jesús insistirá en que no está bien condenar cuando los mismos sacerdotes hacen su trabajo y en sábado. Y la tercera respuesta es todavía más firme porque Jesús dice: "Aquí hay alguien más grande que el templo". De esta forma, Jesús insiste en que Dios es el dueño del sábado y Él puede hacer con el sábado lo que quiera, porque el sábado ha sido creado para el hombre y no el hombre para el sábado.
VIVIR PARA PREDICAR. MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIOS. En realidad los Fariseos estaban acusándolo de incoherencia, como diciéndole: "Tú predicas pero no vives". Una acusación verdaderamente fuerte. Y Jesús, sin inmutarse, responde de una manera indirecta al decirles que ellos son más bien los que no viven lo que predican. Y Jesús viene a darnos ejemplo, pues Él sí vive lo que predica, insistiendo que es más importante ser consciente de "Misericordia quiero, no sacrificios". Nos toca primero vivir la caridad, antes que nada, pues la caridad es la máxima ley. Así Jesús nos hablará en otro momento sobre la necesidad de reconciliarnos con el hermano antes de presentarnos ante Dios. Si queremos hablar con Dios, necesitamos ser transparentes, pues amar a Dios a quien no vemos requiere amar a nuestros hermanos a quienes sí vemos y que representan a Dios. "Misericordia quiero y no sacrificios". Y misericordia significa tener corazón capaz de apiadarse de las necesidades de los demás. Para Jesús lo más importante es que aprendamos a vivir lo que queremos predicar. La peor acusación que se le hace a un fariseo y que nos la pueden hacer a nosotros es esa: "Ustedes no viven lo que predican". Los fariseos venían con pedradas y salieron apedreados. Jesús se defiende como un gran maestro, siempre con la calma y la tranquilidad de quien vive sólo la Voluntad de su Padre. Jesús viene a invitarnos a predicar lo que vivimos y que vivamos lo que Dios nos pide. Pidamos a Dios: "Señor, dame la fuerza para poder vivir aquello que debo y con mi vida predicar, para que luego con mi boca termine predicando". Amén. ¡Bendiciones mías y de Papá Dios! P. Salvador Gómez, L.C.