Estudio de Juan 15:1-6 John Macarthur Yo soy la vid verdadera Susbcribete

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  • Опубліковано 10 вер 2024
  • He tenido algunas discusiones con personas alrededor del mundo, acerca de este pasaje. Y personas que me han dicho, bueno, esto es prueba de que puedes estar en Cristo, puedes estar apegado a Cristo y puedes perder tu salvación. La Biblia no enseña eso, y las palabras de nuestro Señor Jesús en el evangelio de Juan son muy explicitas, “mis ovejas oyen mi voz”, usando otra metáfora, “y yo las conozco y me siguen. Y yo les doy vida eterna, y no perecerán. Y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre, uno somos”. Juntos sostenemos a aquellos que pertenecen a nuestro rebaño. En Juan 6, Jesús dijo, “todo lo que el Padre me da vendrá a mí, y no perderé ninguno”.
    Esto no está hablando de creyentes, pámpanos que dan fruto que de pronto son cortados y arrojados al infierno. Esto está hablando de personas que están pegadas, pero no hay vida, porque no hay fruto. Esa misma noche, Judas, apenas unas cuantas horas antes de que dejara a Jesús de manera terminal, final, definitiva. Él es lo que la Biblia llamaría una apóstata, un desertor definitivo. Él durante tres años había estado cercano, tan cercano que ni siquiera la gente sabía que no había vida. Judas ahora iba camino a los líderes de Israel, para establecer el acuerdo para arrestar a Jesús para recibir sus treinta piezas de plata, y para ir de ahí a ahorcarse, y terminar en el infierno.

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