El misterio de la Piedad es tan incomprensible y cierto como cuando esa jovencita María tenía en sus brazos al Hijo de Dios, ¡Cuantos pensamientos habran cruzado por el corazón de esa sencilla mujer! Ahora tenemos mas luz en las sagradas escrituras que nos aclaran esa gloriosa verdad: DIOS fue manifestado en carne. Necesitamos la dirección del Espiritu Santo para entender personalmente y adorar con toda la mente y el alma esa acción divina de la redención humana. María gozo de esa bendición y se mantuvo en esa sencillez disfrutando de la salvación de su alma Lucas 1.47, aunque no podía explicar toda esa Provisión recibida.
El misterio de la Piedad es tan incomprensible y cierto como cuando esa jovencita María tenía en sus brazos al Hijo de Dios, ¡Cuantos pensamientos habran cruzado por el corazón de esa sencilla mujer!
Ahora tenemos mas luz en las sagradas escrituras que nos aclaran esa gloriosa verdad: DIOS fue manifestado en carne.
Necesitamos la dirección del Espiritu Santo para entender personalmente y adorar con toda la mente y el alma esa acción divina de la redención humana.
María gozo de esa bendición y se mantuvo en esa sencillez disfrutando de la salvación de su alma Lucas 1.47, aunque no podía explicar toda esa Provisión recibida.