Del audiolibro Cuentos Escogidos 1995. Visitar el canal para encontrar buen material de cantautores de la nueva generación y selección de poesía contemporanea :)
Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia. Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro. Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas. Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura. Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal. Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente. La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó. La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo. Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo. “¿Qué está pensando?”, pregunté. Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma. “Un lugar común”, dijo. “Tal para cual”. Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo. “Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?” “Sí”, dijo, todavía mirándome. “Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.” “Sí.” Por primera vez no pudo sostener mi mirada. “Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo.” “¿Algo cómo qué?” “Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad.” Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas. “Prométame no tomarme como un chiflado.” “Prometo.” “La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?” “No.” “¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?” Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata. “Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca.” Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico. “Vamos”, dijo. 2 No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse. Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron. En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso. Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas. Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra. Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.
Katherine Pascuas L Que gesto, autentica belleza el haber escrito todo el cuento. Me imagine siii estuviese escrito ....! Y tu bella Katherine siiii eso eres....
Señor Prohibido: Me contaron que el punto g es el lugar de máxima excitación del cuerpo, donde estallan los sentidos, placer indescriptible... Me enseñaron que estaba hacia el sur, en el interior de la vagina, pero creo que están equivocados, ya que está en el norte, en el cerebro...
marlon arrieta Mario benedetti fué descarado. Comenzó su carreara garcias a que apoyó las dictaduras en Latinoamrica, siempre justificó muertes de opositores de la revolución Cubana
Es un bello relato para mi lo mas importante es lo q uno lleva dentro porqe el cuerpo es lo de menos el paso del tiempo marchita nuestra piel pero la esencia de lainteligencia y el buen hacer todo lo q llamamos alma y corazon Eso no marchita Gracias por dejarme opinar sobre tan bello cuento
Hermoso cuento me conmovió enorme.lloré. Bendito Mario escritor- poeta. Al tocarse sus cicatrices se desnudaron el alma y fueron del todo, uno del otro, ya no había nada que ocultar. Belleza!!
Quien Dios mío, quien nos hace dejar de ver nuestras almas, quien nos ciega y nos enfoca en las pieles, el alma es lo verdadero y lo eterno. 😭😭😭, Sensibilidad y empatía total
Que difícil aceptarse en una época dónde abundan tantos espejos y no hallar la imagen esperada, ni siquiera la más común de las imágenes. Hoy volví a ver mi realidad otra vez y por eso estoy acá, es extraño porque esto no me da ánimos, al contrario.
Buenos días, 2 años hace que lo subí, pensé que habría problemas con los derechos de autor pero veo que no. me tomare la molestia de buscar los que no hayan subido a youtube y completar la colección del audiolobro en mi canal. :)
No existen personas feas y menos si en su corazón estan establecidas cualidades como lo dice la carta Los Gálatas 5:22_23 y fuimos credos a la imagen de Dios Jehova así que siempre hay algo hermoso en cada una de ellas
aaaaaa es hermosaa! ♥ es triste, conmovedora, pero para darnos cuenta también de como realmente somos las personas al ver a personas con una defecto por así decirlo o una enfermedad,las burlas, los murmullos... debemos dejar esas cosas, y tratarnos igual... aaa fue tan conmovedor cuando ella sacó su espejito para arreglarse el cabello, de verdad que nos hace meditar mucho ... un cuento hermoso!
A continuación, debe considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo, de suerte que si alguien es virtuoso del alma, aunque tenga un escaso esplendor, séale suficiente para amarle, cuidarle, engendrar y buscar razonamientos tales que hagan mejores a los jóvenes, para que sea obligado, una vez más, a contemplar la belleza que reside en las normas de conducta y a reconocer que todo lo bello está emparentado consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo insignificante. "El banquete".
es hermoso magistral simplemente magnifico UN maestro QUE ha sido inmortalizado CON sus grandes obras QUE nos muestran de una manera poco convincente la realidad QUE vivimos grande benedetti
Que el amor y la poesía invadan la vida de quien esté leyendo este comentario🙏💞
Me encanta ❤
Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.
Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.
Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.
Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.
Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.
Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.
La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.
La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.
Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo.
“¿Qué está pensando?”, pregunté.
Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.
“Un lugar común”, dijo. “Tal para cual”.
Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.
“Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?”
“Sí”, dijo, todavía mirándome.
“Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.”
“Sí.”
Por primera vez no pudo sostener mi mirada.
“Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo.”
“¿Algo cómo qué?”
“Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad.”
Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.
“Prométame no tomarme como un chiflado.”
“Prometo.”
“La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?”
“No.”
“¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?”
Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata.
“Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca.”
Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico.
“Vamos”, dijo.
2
No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.
Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron.
En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.
Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas.
Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.
Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.
se t ocurrió escribir todo el cuento :-/
Katherine Pascuas L Que gesto, autentica belleza el haber escrito todo el cuento. Me imagine siii estuviese escrito ....! Y tu bella Katherine siiii eso eres....
Katherine Pascuas L Agradecido por el aporte.
.
Catherine, ame tu gesto. Y sin saber que lo deseaba, lo recite de nuevo.
La peor fealdad es la que. Nos. Creemos. Que llevamos en el ser. Aceptarnos y amarnos para encontrar a alguien más. Gracias por subirlo
sus manos también me vieron.!! no eramos eso no eramos eso .... AMO A ESTE HOMBRE, SU POESÍA SUS HISTORIAS SU AMOR A TODO Y EL DESAMOR A NADA.
Por fin hay una razón para no ver algo con tus ojos
Casi lloro, hermoso, todos los seres humanos merecemos amar y ser amados ♥♥♥
iveth rayo no me quieres amar??
iveth rayo hagamos un grupo para compartir lo mejor del maestro..
Lo leí en tercero de secundaria, y... Si me hizo sacar unas lágrimas.
Màs hermoso con la voz de Bennedetti.
Señor Prohibido:
Me contaron que el punto g es el
lugar de máxima excitación del cuerpo, donde estallan los sentidos,
placer indescriptible...
Me enseñaron que estaba hacia el sur, en el interior de la vagina,
pero creo que están equivocados,
ya que está en el norte,
en el cerebro...
contada por el propio maestro... un deleite
ojala existieran bastantes personas con el pensamiento de. Mario benedetti
marlon arrieta Mario benedetti fué descarado. Comenzó su carreara garcias a que apoyó las dictaduras en Latinoamrica, siempre justificó muertes de opositores de la revolución Cubana
Fabian Canaria apoyó dictaduras y por eso lo exiliaron de Uruguay, si claro, que pendejo ser humano eres
Jaja que pobre pensamiento tienes
sus almas se habían encontrado qué mas daba mirar el cuerpo.... belleza
Amo este cuento, dos soledades se unen para dar la cara al mundo.
Es un bello relato para mi lo mas importante es lo q uno lleva dentro porqe el cuerpo es lo de menos el paso del tiempo marchita nuestra piel pero la esencia de lainteligencia y el buen hacer todo lo q llamamos alma y corazon Eso no marchita Gracias por dejarme opinar sobre tan bello cuento
Impresionante, hermoso, grandioso, magnífico ❤ un amor a la poesía.
La profesora me obligó aprenderlo con los de mi grupo :"v
Tan humano,tan logico y cierto!!! Ejemplo de la vida que conforma nuestras batallas ...de feos y lindos!🍃👏👏❤
que manera de usar las palabras... maestro...!!
Esta es mi historia. Soy horrible horrible. Vivamos los feos. :V
...¡¡GRANDE MARIO !!! ES UN MAESTRO Y SIEMPRE LO SERÀ, AQUÌ Y EN EL MAS ALLÀ DONDE QUIERA QUE ESTÈ
Hermoso cuento me conmovió enorme.lloré. Bendito Mario escritor- poeta. Al tocarse sus cicatrices se desnudaron el alma y fueron del todo, uno del otro, ya no había nada que ocultar. Belleza!!
Yo soy una fea, ojalá encontrara mi feo también.
Algún día. 🤘🌌🦇🤘
Hoy mi maestro de español nos leyo esto y llore
Quien Dios mío, quien nos hace dejar de ver nuestras almas, quien nos ciega y nos enfoca en las pieles, el alma es lo verdadero y lo eterno. 😭😭😭, Sensibilidad y empatía total
Genius!! Saludos desde Chille🇨🇱
Excelente poema..!!!! Grande Mario en su voz una obra de arte amorosa..
Si hubiese sido la voz de Bukowski, una obra de arte sátira y desgarradora..
Que difícil aceptarse en una época dónde abundan tantos espejos y no hallar la imagen esperada, ni siquiera la más común de las imágenes. Hoy volví a ver mi realidad otra vez y por eso estoy acá, es extraño porque esto no me da ánimos, al contrario.
Ayy, me ha encantado. Gracias por tan buen rato y quiero más.
Buenos días, 2 años hace que lo subí, pensé que habría problemas con los derechos de autor pero veo que no. me tomare la molestia de buscar los que no hayan subido a youtube y completar la colección del audiolobro en mi canal. :)
Andres O.L
Un saludo desde Medellín con amor para este gran poeta felicitaciones eres muy crudo y directo es muy charro 😃
😂😂😂para un feo que le gusta el perfil griego...del que aprendí muchas cosas y le agradezco sus enseñanzas... 🤣🤣🤣😘❤️ 🥰 😉🙃🤗🌻🙏
PARECE UNA PAGINA DE UNA NOVELA MEDIEVAL ESTE TIPO DE HISTORIAS SOLO GUSTA A CIERTA CLASE DE GENTE.
margarita Bachen así es la música y la lectura, solo le gusta a cierto sector
Ojalá hubiera alguien para mí también.
Ohh que el alma de Benedetti se multiplique por millones en esta generación.Gracias Andres O.L.
Un saludo con amor desde Medellín Colombia que linda narrativa la escucho na y otra vez felicitaciones ❤❤
Wawww !!!que sensación de alegría y llanto.BRAVO MAESTRO!!!
Pómulo
Resignación
Desparpajo
Animadversion
Grandioso mensaje
Un maestro observador y sabio del dolor humano un profesor con todas las letras del abecedario
Te amaré siempre Mario!
maestroooooooooooooooo
Yo vine por tarea
Yo siempre creí que este relato era de Cortazar 🤔😧
Que cuento, por Dios!!! Maestro universal...
Muy buen escrito 😍😘🤔❤️
Ambos somos feos, jamas el feo se siente feo, pero todos somos feos. Hermoso!!!
ua-cam.com/video/XK8XIB0Z9xA/v-deo.html
No podía esperar menos de el maestro Benedetti.
Que bella palabra:
Espantajo
No existen personas feas y menos si en su corazón estan establecidas cualidades como lo dice la carta Los Gálatas 5:22_23 y fuimos credos a la imagen de Dios Jehova así que siempre hay algo hermoso en cada una de ellas
Un saludo con amor desde Medellín Colombia felicitaciones eres maravilloso de pensamientos y un buen escritor qué tengas muchos éxitos
Que pedo esto está medio raro
Es tan linda ésta poesía felicitaciones un saludo con amor desde Medellín Colombia eres increíble gracias
Jajaja maravilloso! Hermoso cuento,no es fácil inspirarse mediante la fealdad...eso es coincidir...eso es amor puro. Puro amor 😘😻 me encanta..
Quiero un mundo..ASI..
Escuchar a mi maestro en esta indeleble narración es lo mejor de mi cumpleaños en esta melancólica y solitaria noche.
Lo escucho, lo leo y siempre descubro algo más algo nuevo algo admirable,Gracias 👏🌹
Benedetti nos deleitas en el ensueño del arte de la palabra
, Rostro sin rostro hermoso en todo tu ser para humanos tan feos que se creen hermosos.
Feo es una estigma social que asalta la vista conforme al paradigma creado por los poetas sobre la belleza.
Mario Benedetti....capaz de inspirarnos a escribir.....un maestro aunque ya no este entre los "vivos"....
Creó que en la vida le damos mucha importancia a cosas o momentos que si la tienen pero no podemos seguir viviendo siempre igual!
Tremendo cuentista.
Rosa del Carmen Espinal Almonte , no es cuentista. Es un poeta
No tener Arte, este Arte en su vida, debe ser tan horrible, me da vida escuchar a este grandioso Poeta
Bello cuento.la belleza no debería condicionar el amor. Hay cualidades que son más valiosas y duraderas.
Que hermoso 😍😍😍
El final no me lo espere ; me llenó de tristezas y de emoción casi lloró
sin duda un Gran ,Gran poeta 💌
Siempre hay un roto para un descocido!, un espanto de vida!!, es feo ser feo y "conformarse!!!!,horrible!!!, que bueno seria ser bello!!
Extraordinario
Hola Andrés.Excelente lectura.Gracias.
No soy de esa era, pero es mejor que ahora donde se vive en un mundo de papel y pantallas, lo amoo😍
Hola
"Sus manos también me vieron..."
Es un cuento hermoso y realista , hoy nos lo hicieron leer en la escuela y a todos nos encantó por qué es real lo que cuentan
Me dejaron esto de tarea lol
X2
Kk
Algun dia dejare de ser menos feo....
aaaaaa es hermosaa! ♥ es triste, conmovedora, pero para darnos cuenta también de como realmente somos las personas al ver a personas con una defecto por así decirlo o una enfermedad,las burlas, los murmullos... debemos dejar esas cosas, y tratarnos igual... aaa fue tan conmovedor cuando ella sacó su espejito para arreglarse el cabello, de verdad que nos hace meditar mucho ... un cuento hermoso!
En el alma somos lindos❤️💞💖💖💞💞
Alguien que me podría ayudar con nombres de más cuentos así de cualquier autor
Me hubiera gustado tanto.
gran vidfeo willyrtex
+
Una palabra termina una amistad adiós
Y conste que éste poema es de Benedetti.
en estos días subo una colección que conseguí.
realidad,fantasia ?, bueno
vengo del rubius
Muy bueno como siempre. Una narracion detallada que te hace vivir cada momento. Grande MB.
A continuación, debe considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo, de suerte que si alguien es virtuoso del alma, aunque tenga un escaso esplendor, séale suficiente para amarle, cuidarle, engendrar y buscar razonamientos tales que hagan mejores a los jóvenes, para que sea obligado, una vez más, a contemplar la belleza que reside en las normas de conducta y a reconocer que todo lo bello está emparentado consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo insignificante. "El banquete".
*Lenta, convincente y convencida caricia.* Simplemente magistral.
Un. Buen libro
Hermoso
Por favor lo que escribía ese hombre era impresionante
Hermoso cuento
Me robe este libro de la biblioteca .
Oye, eso no se hace.
Es lo único que vale la pena robar.
Un clásico
2021 o estoy solo aquí
Desgraciados, pero felices. Benedetti que grande eres, sigues vivo,.
Alguien me explica el final?
Choc cho
Muy bueno
Bellísima
Dolorosa y tiernamente majestuoso.
Sin palabras ... Que manera de escribir
este poema es divino, y más en tu voz maravilloso Benedetti
es hermoso magistral simplemente magnifico UN maestro QUE ha sido inmortalizado CON sus grandes obras QUE nos muestran de una manera poco convincente la realidad QUE vivimos grande benedetti
Gracias