La Evolución de las Armas Nucleares: Desde la Primera Bomba Atómica Hasta la Tsar Bomba

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  • Опубліковано 11 вер 2024
  • Los antiguos alquimistas investigaron diversas sustancias en busca de una manera para convertir el plomo en oro.
    ¿Ellos sabían que los átomos contenían una fuerza mucho más poderosa que el oro?.
    Comparado con esa fuerza, el oro no es más que un metal, aunque caro.
    De lo que les vamos a hablar hoy es de cómo, gracias al poder que hay detrás de los átomos, han surgido y evolucionado armas asesinas más poderosas que cualquier cosa que la humanidad jamás hubiera ideado.
    La primera bomba nuclear
    En el año 1938, los físicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann intentaban encontrar elementos más pesados que el uranio, llamados elementos transuránicos, irradiando uranio con neutrones.
    La conclusión a la que llegaron los investigadores en este experimento fue que la irradiación con neutrones “rompería” el núcleo del uranio, haciendo que se dividiera y se convirtiera en un elemento más ligero.
    Así se descubrió el proceso de fisión nuclear, que libera grandes cantidades de energía.
    Primeras explosiones bajo el agua
    Al final de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos era el único estado poseedor de armas nucleares y, además de las bombas de plutonio, ya contaba con una bomba de uranio más sencilla pero menos eficaz.
    En el año 1946 tuvo lugar la primera serie de pruebas nucleares del mundo, bautizada con el nombre en clave de “Operación Crossroads”.
    En la primera prueba Able, el ejército estadounidense dejó caer la bomba atómica de plutonio “Gilda” sobre un grupo de barcos ante la mirada de los periodistas de varios países.
    La primera bomba nuclear producida en masa
    La bomba utilizada por los Estados Unidos en sus primeros ensayos nucleares fue la Mark 3, que se ensambló básicamente a mano.
    Las piezas individuales se ensamblaban a mano en condiciones estrictamente controladas y sólo participaban en el trabajo especialistas altamente cualificados.
    Por lo tanto, el siguiente paso en la evolución fue el desarrollo de una bomba práctica producida en masa, y esa bomba fue la Mark 4.
    La primera prueba nuclear de la Unión Soviética
    Estados Unidos creía que podría reinar durante algún tiempo como potencia hegemónica con armas nucleares, pero la Unión Soviética ya había establecido una red de los llamados “espías nucleares” durante el proyecto Manhattan y había obtenido de ellos valiosa información sobre las pruebas nucleares.
    Por lo que, la Unión Soviética tomó a los Estados Unidos por sorpresa.
    El 29 de agosto de 1949, 4 años después de la prueba Trinity, la Unión Soviética detonó su primera bomba nuclear, la RDS-1, con una potencia de unos 20 kilotones.
    Operación Greenhouse
    El objetivo de la evolución de las armas nucleares siempre ha sido reducir la masa y la cantidad de material fisible de una bomba y, al mismo tiempo, maximizar su poder destructivo.
    Por lo tanto, los Estados Unidos comenzó a probar nuevas bombas, y un paso importante en este proceso fue la “Operación Greenhouse”.
    Dentro de esta operación, en el año 1951 se realizaron 4 pruebas en el atolón de Eniwetok, en el Océano Pacífico.
    La primera bomba británica
    Aunque el Reino Unido desempeñó un papel decisivo en la promoción del proyecto Manhattan, no fue hasta el 3 de diciembre de 1952, cuando se llevó a cabo la Operación Hurricane, donde el Reino Unido obtuvo su primera bomba atómica.
    Con resultado, Reino Unido se convirtió en la tercera potencia nuclear.
    Esta potente bomba atómica de 25 kilotones fue detonada en la isla de Trimouille, en el noroeste de Australia.
    La primera bomba termonuclear
    Tras sentar las bases de la Operación Greenhouse, Estados Unidos regresó al atolón de Eniwetok un año más tarde, el 1 de noviembre de 1952, para probar una auténtica bomba monstruosa.
    Ese monstruo fue la primera bomba termonuclear, Ivy Mike.
    En realidad, no se trataba aún de la bomba que imaginamos, sino precisamente de un dispositivo experimental, de casi 74 toneladas de peso y equipado con un dispositivo especializado de temperatura ultrabaja.
    Armas termonucleares
    Las armas termonucleares se convirtieron así en la corriente principal del diseño de bombas.
    En el año 1953, la Unión Soviética detonó la primera bomba termonuclear del país, la RDS-6, una bomba de una sola etapa con una potencia de sólo 400 kilotones.
    La potencia nuclear teórica de este tipo de bombas era inferior a un megatón, por lo que se necesitaba algo más.
    La primera bomba en el espacio
    Comparada con la Bomba del Zar, la diminuta Starfish Prime, no es nada comparado con una potencia de sólo 1.44 megatones.
    Sin embargo, marcó un paso en la evolución al convertirse en la primera bomba nuclear en explotar a unos 400 kilómetros de altitud, es decir, fuera de la atmósfera terrestre.
    La prueba fue realizada por los Estados Unidos en el año 1961, pero fue tan potente que los equipos electrónicos y el alumbrado público fallaron a 1,500 kilómetros del hipocentro, y en el espacio un tercio de los satélites en órbita baja quedaron inoperativos.

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