Ser productivo no es tan bueno | La sociedad del cansancio (Byung-Chul Han)

En la sociedad moderna, donde lo único que se prioriza es el rendimiento, la autoexplotación se ha convertido en una de las formas más inteligentes y efectivas de opresión. Recordemos que, en las sociedades disciplinarias del pasado, el poder se ejercía a través de instituciones que vigilaban, castigaban y normaban la conducta de los individuos. Sin embargo, en la sociedad moderna del rendimiento, el control ya no necesita imponerse desde afuera. Sino que son las propias personas, las que han interiorizado esas expectativas de éxito y productividad hasta el punto de asumirlas como propias. Ya no hay la necesidad de un supervisor que exige más esfuerzo o mejores resultados, pues es el propio individuo quien se presiona para alcanzar esas metas constantemente, en una carrera interminable contra sí mismo.