Storytime: Las estafas de los cursos rápidos

Te quiero contar la vez que me estafaron ¡sí! Me estafaron.
Esto es algo que me da vergüenza contar a veces porque siento que del otro lado me pueden decir “y, cómo no te diste cuenta” o “hay que ser muy tonta para caer…”. La verdad es que el que a uno lo estafen no tiene nada que ver con el grado de inteligencia sino que entran en juego otras cosas. Te voy a dar una reflexión final para que vos también apliques y te puedas dar cuenta de cuando te quieren ofrecer un curso que te promete algo que va a ser imposible cumplir. Quedate hasta el final.
Muchos de mis alumnos saben que tengo un terreno en el que hace un tiempo queremos construir nuestra casa y desde el principio teníamos un plan paso a paso para llegar al momento en el que lo pudiéramos hacer. Sin embargo, en 2022 fallece uno de mis perros de manera tan repentina que me dejó muy triste por mucho tiempo. Pensaba y pensaba qué hubiera pasado si yo estaba más tiempo con él en el terreno en vez de estar siguiendo este proceso que, obviamente tiene sus tiempos que son muy dilatados.
Unas semanas después, lo hablamos con mi pareja y empezamos a ver la posibilidad de financiar una pequeña construcción que nos permitiera aunque sea instalarnos ahí y dejar de alquilar. Empezamos a averiguar por presupuestos y hubo una oferta de una casa constructora que se acercaba un poco más a lo que podíamos pagar. En ese momento que decidimos acelerar el proceso, caímos en la trampa. Incluso antes de decidir hacer algo buscamos las referencias en Internet ya que la empresa era conocida.
Hace un par de semanas la justicia finalmente accionó contra los estafadores. Todavía seguimos sin recuperar el dinero, pero por lo menos sentimos que se está haciendo algo al respecto.
¿Por qué te cuento todo esto? Porque me lo paso viendo ofertas de cursos de italiano que te prometen llegar al examen ciudadanía desde cero en seis meses, con clases de una hora y media por semana, lo que es imposible. Estos institutos que también, muchas veces tienen buena publicidad se aprovechan justamente de personas que están en un momento de vulnerabilidad o tristeza, que quieren emigrar o que necesitan la ciudadanía en poco tiempo. Es la misma receta, no te engañes, asesorate bien, infórmate o consultá a algún gestor de confianza.