CIUDAD REAL - CASTILLO DE ALHAMBRA

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  • Опубліковано 26 січ 2025
  • El Castillo de Alhambra está situado al este de la provincia de Ciudad Real, en la
    comarca manchega conocida como Campo de Montiel, en el término municipal del
    mismo nombre. Cercano al pueblo, el derruido Castillo de Alhambra se alza sobre un
    pelado cerro de forma troncocónico a poco más de 800 m de altitud. Por tanto, el
    castillo es de la tipología de los llamados “castillos montanos”, es decir, cuya forma se
    adapta exactamente a la del cerro en que se alza. Por ser montano, no tuvo nunca foso
    exterior ni barbacana.
    Comenzamos las imágenes con una oscura silueta del castillo, dominando el cerro y
    todo el extenso paisaje rojizo de esta zona del Campo de Montiel. Se va haciendo la luz
    y podemos apreciar las ruinas de este castillo, que a buen seguro nos va a contar algunas
    historias de su pasado.
    Fueron los musulmanes, en época Omeya, quienes construyeron el castillo, dándole el
    nombre de Alhambra (“La Roja”) por el color de la tierra. El castillo fue concebido
    como una fortificación estructurada como una alcazaba, pero sin foso.
    Por su importancia fue objeto de litigio entre los bandos cristianos y musulmanes,
    siendo conquistado y reconquistado varias veces. Según cuentan las crónicas, el castillo
    fue ocupado por Alfonso VII a mediados del siglo XII (entre 1158 y 1169). La fortaleza
    es recuperada por los almohades tras su triunfo en la batalla de Alarcos en 1195. El
    castillo es conquistado definitivamente el año 1213 por Alfonso VIII tras la batalla de
    “Las Navas de Tolosa”. Este rey entregó la posesión a la Orden de Santiago el 3 de
    junio de 1214, y éste lo cedió a su vez al conde Álvaro Núñez de Lara, que fue quien
    reconstruyó la fortaleza, dándole el aspecto ovalado que vemos.
    Como podemos apreciar en las imágenes, el castillo, con 14 lados, forma un óvalo de 38
    por 28 m, ocupando una superficie de unos 1.000 m2. Sus muros tienen 1,80 m de
    grosor y unos 8 de altura, teniendo un perímetro externo de unos 100 m. En su
    construcción se observan tres niveles: un basamento de grandes peñascos, un cuerpo de
    mampuesto y sillarejo, que alcanza el camino de ronda, y una parte superior de
    mampostería menuda que forma el parapeto y las almenas.
    Su elemento más bello es la puerta principal, que se abre en un recodo de la muralla,
    con reentrante en su homogéneo recorrido casi circular. Está realizada con una
    magnífica labor de sillería, rematada con un arco apuntado situado entre dos torreones.
    Un pequeño muro protege el camino de acceso en su último tramo, que estaba
    pavimentado con grandes lajas.
    Tras esta reconstrucción del castillo, el rey Fernando III volvió a entregar el castillo y la
    villa a la Orden de Santiago. Los santiagueses readaptaron el castillo, levantando
    posiblemente una torre del homenaje, hoy desaparecida, y acondicionándolo para
    convertirlo en residencia del Comendador y sus representantes.
    A los pies del cerro donde se ubica el castillo, observamos, entre campos y suelos
    rojizos, sobre una pequeña meseta-testigo de bordes escarpados, el caserío de Alhambra,
    la Laminium romana, entre las cuencas de los ríos Azuer y Alto Guadiana.
    La ciudad tiene un origen romano, y se sabe que cerca pasaba la vía o calzada que iba
    de Mérida a Levante. Los árabes, más tarde, pusieron allí población, a la que
    denominaron “La Roja” (Alhambra) por su color. Algo de la historia posterior ya se ha
    descrito.
    En las imágenes podemos observar que a pesar de su actual situación de ruina y
    abandono, el castillo aún se mantiene en pie con todos sus paramentos. Los muros
    conservan múltiples saeteras y restos de adarves que dotan al edificio de una buena
    capacidad defensiva. En el interior del castillo pueden verse las saeteras, los apoyos
    empotrados de las desaparecidas vigas y el arco de la puerta principal, en muy buen
    estado de conservación. Se mantiene la estructura de un palomar.
    Podemos apreciar en el vídeo ( 0:55 a 1:05 zona derecha de las imágenes), a una grácil cierva que se ha coronado como señora del castillo.
    Se apagó la luz, y la silueta del castillo aún continúa dominando preciosos paisajes del
    Campo de Montiel.
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