"DETRÁS DEL MURO, LA RESISTENCIA"
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- Опубліковано 1 лют 2025
- 1. -Los límites de la tolerancia. Aranceles y soberanía
2. -Los migrantes rehenes de los delirios de Trump
3. -Vivir sin soberanía en un mundo revuelto
4. - Guerra psicológica contra el pueblo
5.-a Transhumanismo, control y vigilancia, Inteligencia artificial, gasto energético. Las élites globalistas se pliegan a la nueva realidad y pactan con ella.
Música de: FiftySounds.
www.fiftysound...
Obra: “La revelación"
Lic. Bracamonte lo necesitamos en la SCJN, inscríbase por favor.
Saludos Lic. Gracias PATRIOTA.
MUY BUEN DIA MI MAESTRO DE MAESTROS TIENE MI VOTO Y EL DE MI FAMILIA SI SE POSTULA COMO MINISTRO LO QUEREMOS VER EN LA BOLETA SALUDOS
Si Trump está enfermo de ambición, que nuestra presidenta tome las medidas necesarias para que no nos afecte tanto!!
La oposición súper contenta con el loco trompas.
¡Saludos desde Querétaro (territorio aun no liberado del cártel inmobiliario panista)! Mucho se habla de que padecemos la tiranía de un sistema monetario universal centrado en una divisa fiduciaria, desde que el dólar estadounidense dejó oficialmente de requerir el respaldo las reservas de oro de la nación hegemónica, pero, de manera contrastante, poco se menciona la existencia de la tiranía configurada por el empleo del inglés como lingua franca en las negociaciones políticas y de negocios, además de serlo también en las esferas cultural y deportiva. El que así sea pone en desventaja a quien comprende y puede expresarse en esa lengua germánica (seguramente la menos compleja de esa rama), ante quienes la dominan y manejan sin esfuerzo alguno, haciendo parecer a estos últimos como seres de status intelectual superior, dándoles la oportunidad de posar como amos del mundo, mediante herramientas nada desdeñables como el humor ácido y el sarcasmo. Estudié cuatro idiomas antes de hacerlo con la lengua de Shakespeare, básicamente por rebeldía, y solo lo llevé a cabo, con resignación cuando, viviendo y trabajando en Islandia, me vi obligado a elegir entre aprender el idioma local o hacerlo de una maldita vez con el de los alguaciles de Oklahoma (y de Bertrand Russell y Edgar Allan Poe). Una vez superado el obstáculo, me propuse perfeccionar ese conocimiento, pero nunca he podido dejar atrás la pereza que me acomete cuando intento reproducir fielmente la pronunciación londinense o bostoniana. ¡Buen domingo para todos!