Papá Es fuente de inmensa sabiduría, reparador de todas las cosas rotas, rey de los abrazos, y el más grande contador de cuentos, mientras mima a sus hijas como si fuera su único trabajo. Es infinitamente paciente, nos consuela en las desdichas y siempre termina haciéndonos reír. Papá: Gracias quiero darte por tu esfuerzo incansable, por siempre apoyarme sin que lo tenga que pedir. ¡Gracias por estar aquí cuando más te necesito, te amo papá! Me enseñaste a volar sin decirme que volara como tú. Me enseñaste a soñar, sin decirme que soñara tus sueños. Me enseñaste a vivir, pero nunca dijiste que lo hiciera como tú vives. Sin embargo, en cada vuelo, en cada sueño y en cada vivencia, perdurará la huella del camino que me has enseñado amorosamente. Gracias por ser mi papá. No sabría escribir un hermoso poema para el ser que con amor me dio la vida. Pero en este día, quiero recordar su presencia diciéndole: Aunque ya no estés aquí, te amo con toda mi alma papá José. Alfonso Rojo Dueñas
*"Gracias papá por darnos el tiempo preciso para entender el amor fraterno, ése que quedó grabado en la memoria de nuestro corazón. Te agradezco el sembrar nuestras raíces en lo profundo por que al paso del tiempo florecen en cada visita a tu espacio, a tu vida, a nuestro origen."* Socorro Maldonado Pérez
Papá: A pesar de tener pocos recuerdos de ti, sé que han sido determinantes en mi personalidad. Gracias por darme el ejemplo de lo que es hablar con respeto y propiedad, me ha abierto muchas puertas. Gracias a tu entusiasmo de despertar mi interés por la lectura, ahora amo las letras. Gracias a esas tardes de domingo en que ponías tus discos, aprendí a apreciar la música y el efecto mágico que hasta hoy me produce, el bailar y sentirme viva. María Adriana García Bustos
Recuerdo cuando era niña como a los diez años, mi papá Jorge García Vargas nos llevaba al Cerro del Chiquihuite, localizado al Norte del Valle de México. Era una experiencia única, que esperábamos mis hermanos Pepe, Paty, Gloria y yo. Era mágico ese día, subíamos atadas a una cuerda las tres mujeres, mi papá adelante y mi hermano al final, ambos nos cuidaban. Disfrutaba del cariño y la compañía de mi papá; cuando nos dejaba en casa (no vivía con nosotros) me sentía triste y lloraba a escondidas. Tengo presente su risa y también su bicicleta de carreras, hacía mucho ejercicio. Mi padre trascendió hace 15 años, lo recuerdo con mucho cariño y gratitud. Ma. Del Rocío García Sánchez
Papá
Es fuente de inmensa sabiduría, reparador de todas las cosas rotas, rey de los abrazos, y el más grande contador de cuentos, mientras mima a sus hijas como si fuera su único trabajo.
Es infinitamente paciente, nos consuela en las desdichas y siempre termina haciéndonos reír.
Papá:
Gracias quiero darte por tu esfuerzo incansable, por siempre apoyarme sin que lo tenga que pedir.
¡Gracias por estar aquí cuando más te necesito, te amo papá!
Me enseñaste a volar sin decirme que volara como tú.
Me enseñaste a soñar, sin decirme que soñara tus sueños.
Me enseñaste a vivir, pero nunca dijiste que lo hiciera como tú vives.
Sin embargo, en cada vuelo, en cada sueño y en cada vivencia, perdurará la huella del camino que me has enseñado amorosamente.
Gracias por ser mi papá.
No sabría escribir un hermoso poema para el ser que con amor me dio la vida. Pero en este día, quiero recordar su presencia diciéndole: Aunque ya no estés aquí, te amo con toda mi alma papá José. Alfonso Rojo Dueñas
*"Gracias papá por darnos el tiempo preciso para entender el amor fraterno, ése que quedó grabado en la memoria de nuestro corazón.
Te agradezco el sembrar nuestras raíces en lo profundo por que al paso del tiempo florecen en cada visita a tu espacio, a tu vida, a nuestro origen."* Socorro Maldonado Pérez
Papá: A pesar de tener pocos recuerdos de ti, sé que han sido determinantes en mi personalidad. Gracias por darme el ejemplo de lo que es hablar con respeto y propiedad, me ha abierto muchas puertas. Gracias a tu entusiasmo de despertar mi interés por la lectura, ahora amo las letras. Gracias a esas tardes de domingo en que ponías tus discos, aprendí a apreciar la música y el efecto mágico que hasta hoy me produce, el bailar y sentirme viva. María Adriana García Bustos
Recuerdo cuando era niña como a los diez años, mi papá Jorge García Vargas nos llevaba al Cerro del Chiquihuite, localizado al Norte del Valle de México.
Era una experiencia única, que esperábamos mis hermanos Pepe, Paty, Gloria y yo.
Era mágico ese día, subíamos atadas a una cuerda las tres mujeres, mi papá adelante y mi hermano al final, ambos nos cuidaban.
Disfrutaba del cariño y la compañía de mi papá; cuando nos dejaba en casa (no vivía con nosotros) me sentía triste y lloraba a escondidas.
Tengo presente su risa y también su bicicleta de carreras, hacía mucho ejercicio.
Mi padre trascendió hace 15 años, lo recuerdo con mucho cariño y gratitud.
Ma. Del Rocío García Sánchez