Sabes como nacieron estas 3 famosas canciones de

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A Camilo Sesto se le ha relacionado con muchísimas mujeres del medio, incluso con su compañera musical, Ángela Carrasco; no obstante, con ninguna perdió tanto la cabeza como con la madre de uno de los cantantes más famosos de España Miguel Bosé; sí, ella era la preciosa y talentosa, Lucía Bosé.
¿Ves cómo se le iluminaba el rostro al hablar de Lucía? Le llevaba 16 años y estaba separada, aunque eso no fue impedimento para enamorarse. Caricias públicas, sonrisas cómplices y largas tertulias, dieron como consecuencia dos canciones que pasaron a la eternidad, símbolos de esa relación casi casi prohibida.
Pero, ¿cómo se conocieron?, ¿en qué momento nacieron estas canciones? y ¿qué la hacía tan especial a Lucía Bosé para robarle el corazón al conquistador, Camilo Sesto?
La mujer, desde los inicios de nuestra historia, es la fuente de inspiración para grandes proezas de la humanidad. Por su amor, somos capaces de conquistar tierras, construir muros, alzar efigies, crear piezas de arte y hasta cantar.
Sí, cuando José José cantó “40 y 20”, muchos apuntaban a que tal inspiración se debía a su exesposa, Natalia ‘Kiki’ Herrera Calles, quien le llevaba 20 años al mexicano; sin embargo, la verdad es que el compositor Roberto Livi pensó en el matrimonio que lo acompañó hasta el final de sus días. Esta historia que ya la contamos en Línea de Tiempo, tiene el mismo común denominador con Camilo Sesto, claro, menos evidente, pero no por eso, menos intensa.
Echemos un vistazo atrás y vayamos a la historia de glamour en blanco y negro.
Lucía Bosé vio la luz del mundo el 28 de enero de 1931 en Milán. Desde pequeña su belleza cautivaba por doquier, por eso no es de sorprenderse que se llevara el título de Miss Italia en 1947, un año después del nacimiento de Camilo Sesto, sí, 16 años de diferencia para ser más exactos.
Gracias a este premio se le abrió las puertas del cine, interpretando una serie de papeles en películas italianas. Su talento y belleza, la puso en la palestra de cotizados productores, y así fue como en 1954 llega a España para protagonizar “Muerte de un ciclista”.
El film ganó el Festival Internacional de Cannes y colocó a Lucía Bosé, entre las más cotizadas actrices de la época. Artistas que siempre estaban ligadas a unirse con personajes de la misma popularidad. Y allí, es donde aparece el torero número y seductor incorregible, Luis Miguel Dominguín.
Así como lo escuchas, Lucía era muy ajena a las tradiciones de España, pero en una fiesta en Embajada de Cuba, conoció al que se convertiría en su esposo y juntos encabezarían uno de los clanes más importantes de ‘la madre patria’: Los Dominguín - Bosé.
Por este hogar pasaron personalidades de la talla de Dalí, Pablo Picasso, Ernest Emingway, entre otros. Eran la pareja de moda en los 50, aunque, con muchísimos baches. Sí, el torero le fue muy difícil mantener la fidelidad a Lucía. La gota que derramó el vaso fue descubrir que la prima hermana de Dominguín, a quien había acogido, también cayó en sus redes.
Luis Miguel Dominguín era la figura del macho en todas sus variaciones, mientras que Lucía venía de una Italia más libre y educada. Finalmente, 12 años duró la unión hasta que se separaron.
Un verdadero escándalo retumbó las esferas de la sociedad, sobre todo, porque estaba prohibido el divorcio. Lucía, como toda una mujer de carácter retomó su carrera como actriz y fue en 1971 que conoce a Camilo Blanes, un naciente cantante que había adoptado el apellido artístico de Sesto y daba sus primeros pasos como solista.
El español dejaba atrás su etapa al frente del grupo de rock “Los botines” y estaba avocado en finalizar su disco debut “Algo de mí”. En aquel Madrid, no era difícil que los artistas y la alta sociedad coincidieran en los mismos lugares, aunque, para Camilo cruzarse con aquella actriz de la que había quedado prendado siendo un niño, fue algo parecido a una fantasía hecha realidad.
Él tenía 25 años y ella entraba en los 40, pero la diferencia de edad no fue un obstáculo para que sus sensibilidades conectasen profundamente. A ambos les acompañaba cierto misterio, un sentido del humor socarrón y una absoluta indiferencia por el qué dirán.
Y es que a Lucía poco o nada le importaba la edad. Ella llevaba bien puesto sus años y amaba muy bien quien era.
Su romance permaneció distante al ojo público durante varios años… ¡Aaah! eso no quiere decir, que no haya registro de su cercana relación. Por ejemplo, en esta foto publicada por una revista se le ve al cantante dándole públicamente una tierna caricia, en esta otralos captaron en una de esas tantas salidas nocturnas, por qué no acompañarlo al aeropuerto para despedirlo y muchas tertulias y encuentros que quedaron registrados