El Pantano de Vargas en Boyacá celebra 200 años de crucial batalla

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  • Опубліковано 17 вер 2024

КОМЕНТАРІ • 4

  • @luiscoleman.9779
    @luiscoleman.9779 5 років тому

    Eternos nuestros héroes!!

  • @consultoresintegralesdelor922
    @consultoresintegralesdelor922 5 років тому

    Versión Española..." Campo del Pantano de Vargas, 26 de julio de 1819
    Excelentísimo señor don Juan Sámano
    Situado al frente de los enemigos en los potreros de Bonza, sólo esperaba que dejasen sus inatacables posiciones para libertar de un todo este país de los disturbios que en él han ocasionado. En el día de ayer supe que habían pasado el vado y se dirigían sobre el Salitre; dispuse al momento que el batallón del Rey y la caballería corriesen a impedir el que se posesionasen de aquel, lo que efectivamente se consiguió desalojando su caballería que estaba ya situada en él. La división continuó su marcha hasta alcanzar al enemigo en el Pantano de Vargas, aquél hizo alto y tomó posiciones en los cerros del E., que están dominados por otros mayores.
    Me situé en una pequeña altura frente a su posición, y reconocida ésta, di la orden al teniente coronel don Nicolás López para que con su batallón pasase a ocupar los cerros a la espalda del enemigo, y caer sobre su retaguardia.
    Este bizarro cuerpo, a pesar de lo escabroso del terreno y la multitud de enemigos que acudieron a impedirle el paso, se apoderó de todas las alturas con la misma prontitud que si no hubiese hallado obstáculo, destruyendo a la bayoneta [a] quienes osaron hacerle frente y poniendo en vergonzosa dispersión a los demás; en este estado, no pudiendo contener el ardor de la tropa, di la orden a la compañía de Granaderos del segundo batallón de Numancia para atacar, lo que ejecutó, desalojando al enemigo de sus posiciones, en una borrasca inexplicable y sin detener la marcha; en vano empleó sus reservas para volver a ocupar, pues la primera compañía del mismo batallón, rivalizando en valor con la de Granaderos, los contuvo y los precipitó nuevamente a la hondonada en que se hallaban reducidos: la columna de reserva recibió la orden de flanquearles, y la caballería la de cargarlos en el desfiladero por donde se hallaban precisados a retirarse: su destrucción era inevitable, y tan completa, que ni uno solo hubiera podido escaparse de la muerte.
    La desesperación les inspiró una resolución sin ejemplo: su infantería y su caballería, saliendo de los abismos en que se hallaban, treparon por aquellos cerros con furor: nuestra infantería que por su ardor excesivo y por lo escarpado de su posición se hallaba desordenada, no pudo resistir sus fuerzas; sin embargo les disputó a palmos el terreno y cedieron la posición al enemigo, después de la más obstinada defensa; reforzadas por otras dos compañías de la reserva, tres veces tomaron y perdieron a la bayoneta la posición. Por desgracia, otras cuatro compañías, que debían reforzar las anteriores, se extraviaron y no llegaron a tiempo; por lo que me vi precisado a destacar los Granaderos, sexta y cuarta de Dragones para que contuviesen al enemigo, lo que verificaron echando pie a tierra, y unidos a la infantería los extrañaron nuevamente de su posición: aún no desconfiaba de su total exterminio, pues el batallón del Rey debía caerles por su espalda, pero a éste le faltaron las municiones que no pudieron seguir por lo escabroso del terreno.
    Un fuerte aguacero impidió la continuación del fuego, y sobreviniendo la noche me vi precisado a reunir las tropas, y tomando posición sobre el mismo campo esperar las municiones de que está enteramente la tropa desprovista. La pérdida del enemigo fue horrorosa. La desesperación precipitó sus jefes y oficiales sobre nuestras bayonetas, en las que recibieron los más una muerte que tienen tan merecida; y sin el excesivo ardor de la tropa que ocasionó la desunión, los insurgentes hubieran sido totalmente destruidos en el día del patrón de las Españas. La infantería hizo prodigios de valor, no hubo un soldado, un oficial, un jefe que no se mostrase con acciones heroicas. El terreno no permitió a la caballería dar muestras de su ardimiento; pero sufrió un fuego horroroso, de que muchos fueron víctimas, y las compañías Granaderos y sexta, se distinguieron haciendo el oficio de infantería, como tengo anunciado.
    Nuestra pérdida fue de poca consideración, y luego que los cuerpos me pasen el estado de ella, tendré el honor de ponerlos en conocimiento de vuestra excelencia. Los enemigos se retiraron con la noche, media legua de su posición, teniendo el frente, la espalda y el lado derecho cubiertos de un pantano inaccesible, y apoyando su izquierda con alturas casi insuperables: tengo observado que Bolívar, poco satisfecho de la buena voluntad de sus tropas, elige siempre posiciones sin salida para que la desesperación produzca los efectos del valor.
    Como la conducta heroica de la oficialidad y tropa ha sido tan general, no se puede hacer mención particular de alguno: así propondré a vuestra excelencia los que creo más acreedores a ser premiados, no habiendo individuo que no lo sea a la consideración de vuestra excelencia. Estoy reconociendo el campo, y recogiendo a cargas los fusiles.
    Dios guarde a vuestra excelencia muchos años."
    José María Barreiro
    Posdata. Son las 11 de la mañana y el enemigo hace movimiento retrógrado, y seguiré, luego que me entere de su dirección.
    FUENTE EDITORIAL:
    Archivo del general Miguel de La Torre, t. 23, p. 64-67.

  • @venespana1
    @venespana1 2 роки тому

    Historia de uno de los 14 lanceros. Mi tatarabuelo General Valentín García ua-cam.com/video/FSedwBImLrI/v-deo.html