Jorge Luis Borges - 7 mejores poemas

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  • Опубліковано 1 лис 2024

КОМЕНТАРІ • 8

  • @alquimista888
    @alquimista888 Місяць тому

    Buena narración. Gracias por los instantes de recuerdo y naderia.

  • @juanvenegas9982
    @juanvenegas9982 10 днів тому

    Veo Que Tienes Muy Pocos Comentarios José Luis Borgues Hermosos Poemas Mís Felicitaciones Atte Juan Eduardo Venegas Sandoval De San Felipe Valle Del Aconcagua Chile 🇨🇱👍

  • @mariadoloresgarciavidal9111
    @mariadoloresgarciavidal9111 4 місяці тому

    Buenas tardes.Preciosos poemas.Gracias por compartir,un placer declamar tan bellas poesias❤

  • @mirtadiaz497
    @mirtadiaz497 Рік тому +1

    JORGE LUIS BORGES ÉSTOS 7 POEMAS ME ENCANTAN . MUY HERMOSO RECITACIÓN ❤️ SALUDOS CORDIALES DESDE ARGENTINA 🇦🇷🇦🇷 FELICITACIONES .LIKE 👍👍👍

  • @henrymartinez828
    @henrymartinez828 Рік тому

    Muchas gracias por este video!!!!! Siempre un placer escucharte.

  • @ErnestoR.
    @ErnestoR. Рік тому +9

    1. Los justos
    Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
    El que agradece que en la tierra haya música.
    El que descubre con placer una etimología.
    Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
    El ceramista que premedita un color y una forma.
    El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
    Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
    El que acaricia a un animal dormido.
    El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
    El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
    El que prefiere que los otros tengan razón.
    Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
    2. 1964
    I
    Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
    Ya no compartirás la clara luna
    ni los lentos jardines. Ya no hay una
    luna que no sea espejo del pasado,
    cristal de soledad, sol de agonías.
    Adiós las mutuas manos y las sienes
    que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
    la fiel memoria y los desiertos días.
    Nadie pierde (repites vanamente)
    sino lo que no tiene y no ha tenido
    nunca, pero no basta ser valiente
    para aprender el arte del olvido.
    Un símbolo, una rosa, te desgarra
    y te puede matar una guitarra.
    II
    Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
    Hay tantas otras cosas en el mundo;
    un instante cualquiera es más profundo
    y diverso que el mar. La vida es corta
    y aunque las horas son tan largas, una
    oscura maravilla nos acecha,
    la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
    que nos libra del sol y de la luna
    y del amor. La dicha que me diste
    y me quitaste debe ser borrada;
    lo que era todo tiene que ser nada.
    Sólo me queda el goce de estar triste,
    esa vana costumbre que me inclina
    al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
    3. La lluvia
    Bruscamente la tarde se ha aclarado
    Porque ya cae la lluvia minuciosa.
    Cae o cayó. La lluvia es una cosa
    Que sin duda sucede en el pasado.
    Quien la oye caer ha recobrado
    El tiempo en que la suerte venturosa
    Le reveló una flor llamada rosa
    Y el curioso color del colorado.
    Esta lluvia que ciega los cristales
    Alegrará en perdidos arrabales
    Las negras uvas de una parra en cierto
    Patio que ya no existe. La mojada
    Tarde me trae la voz, la voz deseada,
    De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

    • @ErnestoR.
      @ErnestoR. Рік тому +1

      4. Poema de los dones
      Nadie rebaje a lágrima o reproche
      esta declaración de la maestría
      de Dios, que con magnífica ironía
      me dio a la vez los libros y la noche.
      De esta ciudad de libros hizo dueños
      a unos ojos sin luz, que sólo pueden
      leer en las bibliotecas de los sueños
      los insensatos párrafos que ceden
      las albas a su afán. En vano el día
      les prodiga sus libros infinitos,
      arduos como los arduos manuscritos
      que perecieron en Alejandría.
      De hambre y de sed (narra una historia griega)
      muere un rey entre fuentes y jardines;
      yo fatigo sin rumbo los confines
      de esa alta y honda biblioteca ciega.
      Enciclopedias, atlas, el Oriente
      y el Occidente, siglos, dinastías,
      símbolos, cosmos y cosmogonías
      brindan los muros, pero inútilmente.
      Lento en mi sombra, la penumbra hueca
      exploro con el báculo indeciso,
      yo, que me figuraba el Paraíso
      bajo la especie de una biblioteca.
      Algo, que ciertamente no se nombra
      con la palabra azar, rige estas cosas;
      otro ya recibió en otras borrosas
      tardes los muchos libros y la sombra.
      Al errar por las lentas galerías
      suelo sentir con vago horror sagrado
      que soy el otro, el muerto, que habrá dado
      los mismos pasos en los mismos días.
      ¿Cuál de los dos escribe este poema
      de un yo plural y de una sola sombra?
      ¿Qué importa la palabra que me nombra
      si es indiviso y uno el anatema?
      Groussac o Borges, miro este querido
      mundo que se deforma y que se apaga
      en una pálida ceniza vaga
      que se parece al sueño y al olvido.
      5. Las cosas
      El bastón, las monedas, el llavero,
      la dócil cerradura, las tardías
      notas que no leerán los pocos días
      que me quedan, los naipes y el tablero,
      un libro y en sus páginas la ajada
      violeta, monumento de una tarde
      sin duda inolvidable y ya olvidada,
      el rojo espejo occidental en que arde
      una ilusoria aurora. ¿Cuántas cosas,
      láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
      nos sirven como tácitos esclavos,
      ciegas y extrañamente sigilosas!
      Durarán más allá de nuestro olvido;
      no sabrán nunca que nos hemos ido.
      6. En lo profundo de una brusca guitarra
      He mirado la Pampa
      desde el traspatio de una casa de Buenos Aires.
      Cuando entré no la vi.
      Estaba acurrucada
      en lo profundo de una brusca guitarra.
      Sólo se desmelenó
      al entreverar la diestra las cuerdas.
      No sé lo que azuzaban;
      a lo mejor fue un aire del Norte
      pero yo vi la Pampa.
      Vi muchas brazadas de cielo
      sobre un manojito de pasto.
      Vi una loma que arrinconan
      quietas distancias
      mientras leguas y leguas
      caen desde lo alto.
      Vi el campo donde cabe
      Dios sin haber de inclinarse,
      vi el único lugar de la tierra
      donde puede caminar Dios a sus anchas.
      Vi la Pampa cansada
      que antes horrorizaban los malones
      y hoy apaciguan en quietud maciza las parvas.
      De un tirón vi todo eso
      mientras se desesperaban las cuerdas
      en un compás tan zarandeado como éste.
      (La vi también a ella,
      cuyo recuerdo aguarda en toda música).
      Hasta que en brusco cataclismo
      se apagó la guitarra apasionada
      y me cercó el silencio
      y hurañamente tornó el vivir a estancarse.
      7. Milonga de Manuel Flórez
      Manuel Flórez va a morir.
      Eso es moneda corriente;
      Morir es una costumbre
      Que sabe tener la gente.
      Y sin embargo me duele
      Decirle adiós a la vida,
      Esa cosa tan de siempre,
      Tan dulce y tan conocida.
      Miro en el alba mis manos,
      Miro en las manos las venas;
      Con extrañeza las miro
      Como si fueran ajenas.
      Vendrán los cuatro balazos
      y con los cuatro o el olvido,
      lo dijo el sabio Merlín:
      Morir es haber nacido.
      ¡Cuánta cosa en su camino
      Estos ojos habrán visto!
      Quién sabe lo que verán
      Después que me juzgue Cristo.
      Manuel Flórez va a morir.
      Eso es moneda corriente;
      Morir es una costumbre
      Que sabe tener la gente.

    • @toonmati
      @toonmati Рік тому

      Gracias!