4 Agosto 2024-Domingo 18º Ordinario-Ciclo B-Jn 6, 24-35-El chisme de los cinco panes.-

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  • Опубліковано 10 вер 2024
  • EVANGELIO DEL DOMINGO 18º DEL TIEMPO ORDINARIO, 4 DE AGOSTO 2024-CICLO B: Jn 6, 24-35: «EL CHISME DE LOS CINCO PANES». Me tocó mirar cómo en un restaurante de montaña dos camioneros disfrutaban su comida... Al final uno de ellos dijo: "Nos hemos pegado una comilona. ¡Vaya siesta que nos vamos a echar!". ¿Verdad que a todos nos gusta comer bien? Jesús sació a 5000 hombres sin contar mujeres y niños. El chisme bendito de los cinco panes se corrió en seguida por toda la comarca.
    EL CHISME SE CORRIO: JESÚS ES NUESTRA SALVACIÓN. Pues ¿qué les parece lo que está pasando en este Evangelio? El chisme de los cinco panes y los dos peces... Jesús está al otro lado del lago, para que los discípulos descansen. Y ahí, viendo la multitud sin comer, Jesús hizo el milagro de los cinco panes y dos peces... Al atardecer, los discípulos se regresaron. Y Jesús los alcanzó más tarde, caminando por el mar. Ésta es la situación: amaneciendo al otro día, la gente fue a buscar a Jesús.
    BÚSQUEDA DE JESÚS POR LO FACÍL. Los discípulos se habían ido solos... La gente esperaba encontrarse con Jesús otra vez y no se lo encontraron. Buscaban a Jesús. ¿Por qué? ¿Porque Jesús les arreglaría las cosas, sin esfuerzo? ¿No ocurre lo mismo hoy? Es decir, se buscan soluciones dadas, a cambio de nada. El mundo busca soluciones a lo material. Pero, Dios no soluciona las cosas que te corresponden a ti. Jesús no es un salvavidas, una aspirina que calma todos los problemas. Jesús quiere tu trabajo. Ésta es la segunda lección de este Evangelio. "Maestro, ¿Cuándo has venido aquí?, le dicen. Y Jesús responde: "¿Ustedes me andan buscando a mí por los signos? ¿Me andan buscando porque les di de comer con cinco panes? Jesús dice: "Yo no soy, ni quiero ser el salvavidas de nadie. Las cosas no son así de fácil". Cuando tú quieres buscar al Señor, y que el Señor te solucione el problema, tú tienes que poner tu casi nada, para que Jesús ponga su casi todo. Nos toca luchar. Ya Jesús lo dice: "Trabajen, trabajen".
    TRABAJAR POR LO QUE NO PERECE. Jesús viene aquí a decirnos: Si tú quieres la solución a tus problemas materiales: ¡No! ¡no! Eso no es lo más importante. Trabaja, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna. ¡Qué maravillosa respuesta de Jesús! ¡Cuántos de nosotros vamos viviendo una felicidad de corto vuelo, una felicidad material. Y Jesús nos invita a buscar más bien ese alimento que perdura para la vida eterna. Jesús dio de comer a aquellos hombres, naturalmente porque Dios es tierno y bondadoso. Y Dios se preocupa de las cosas tuyas, para que tú te preocupes de las cosas de Él. Este milagro de la Providencia es un recuerdo para que lo espiritual sea nuestra máxima preocupación. ¡Qué maravilla: buscar lo que no perece! ¿Cuántos de nosotros estamos trabajando para lo que no perece? ¿Cuántos de nosotros estamos acumulando obras, y no simplemente riquezas? ¡No te las vas a llevar!... Al cielo se va ligero de equipaje, sólo con las obras. ¡Cuántas veces hacemos muchas cosas materiales, con las manos que tenemos! Con nuestras manos abrazamos, con nuestras manos curamos, con nuestras manos atendemos a un mendigo, con nuestras manos acariciamos a nuestros hijos, con nuestras manos llevamos un regalo a los pobres, con nuestras manos saludamos, aunque a veces ni eso hacemos. ¡Gasta tus manos, gasta tu corazón, y entrégate a las cosas que no perecen. Desvívete por los demás! Y sobre todo, lo que Jesús nos dice: "Ésta es la gran obra de Dios: Que tú creas en el que Él ha enviado". Jesús viene a decirnos: "OK, si te importa que te di de comer, más te debe importar lo que significa el haberte dado de comer. Si te importa las cosas que yo hago contigo, no es porque quiero solucionarte las cosas que a ti te preocupan". Jesús quiere que nos demos cuenta que, detrás de las soluciones, está Él. No te quedes con las soluciones de Dios, busca al Dios de las soluciones. ¡Esto es bien importante! Busca al Dios que está detrás de las soluciones. No te quedes con el milagro. Ve detrás del que te hizo el milagro, y haz la experiencia de Él. Por eso, lo importante es: Vivir a Jesús, vivir de Jesús, vivir para Jesús, vivir su palabra, su enseñanza y su Evangelio, agarrarse a Él. Y no al pan que nos trae Él, al alimento que nos trae Él, sino a Él a través del alimento. ¡Que así sea hoy y siempre! ¡Agarremos esta onda de Dios, de una vez por todas! ¡Es la onda de su amor! ¡Bendiciones mías y de Papá Dios! P. Salvador Gómez, L.C.

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