Escuchándola, recordé este fragmento de Octavio Paz: Nombras el árbol, niña. Y el árbol crece, lento y pleno, anegando los aires, verde deslumbramiento, hasta volvernos verde la mirada. Qué maravilla de lectura, de lectora, obra, de video... conmovedor hasta el hueso.
Los amorosos callan. El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable. Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan. Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan. Los amorosos andan como locos porque están solos, solos, solos, entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor. Les preocupa el amor. Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben. Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte. Esperan, no esperan nada, pero esperan. Saben que nunca han de encontrar. El amor es la prórroga perpetua, siempre el paso siguiente, el otro, el otro. Los amorosos son los insaciables, los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos. Los amorosos son la hidra del cuento. Tienen serpientes en lugar de brazos. Las venas del cuello se les hinchan también como serpientes para asfixiarlos. Los amorosos no pueden dormir porque si se duermen se los comen los gusanos. En la oscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto. Encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago. Los amorosos son locos, sólo locos, sin Dios y sin diablo. Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas. Se ríen de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, verídicamente, de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite. Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse. Juegan el largo, el triste juego del amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Los amorosos se avergüenzan de toda conformación. Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, la muerte les fermenta detrás de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente. Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida, y se van llorando, llorando, la hermosa vida.
Amorosos: Está bien, todos tenemos derecho a existir la insufrible. Pero, por favor, dejen de estorbar cuando alguien les dijo (cito) “hoy en la regadera el agua me susurró que te amo” De respuesta silencio, leprosa amorosidad. Y alguien se fue después hasta más allá de todo, secándose poco a poco la delucidante humedad, sin contestar sus insistentes y tontos mensajes de texto.
Este poema es maestro
Qué maravillosa interpretación. Me enamoró.
Me muero de amor
Te Amo por comprenderlo . Gracias
Escuchándola, recordé este fragmento de Octavio Paz:
Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento y pleno,
anegando los aires,
verde deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.
Qué maravilla de lectura, de lectora, obra, de video... conmovedor hasta el hueso.
Amo este video y todos los poemas de Maya Zapata
Hermosa y angélica interpretación, los amorosos somos locos. Felicidades señorita
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse...
!!!!!!!!! Maravilloso Poema ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
!!!!!!!! Maravilloso Recital ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
!!!!!!!!! MARAVILLOSA VOZ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
!!!!!!!! MARAVILLOSA ACTRIZ ¡¡¡¡¡¡¡
Nunca había disfrutado tanto la Poesía
Gracias Infinitas Maya Zapata, eres FABULOSA
Leo Torres en mi canal tengo un audiopoema donde recito este mismo. Espero puedas pasar a escucharlo y dejar tu opinión!:)
Gran poema😢hace llover mucho los ojitos
Declamacion, sencilla pero perfecta
Que hermosura ella.
Me enamoré de ti mujer.
Que bonito poema e interpretacion.Me encanto ¡¡¡¡
la mejor,
Me es imposible leer ese poema en tercera persona.. siempre creo estar hablando de mi mismo. 😰
Bella.
soy una amorosa !! xd
Tas muy bonita
Wow me enamore de esta mujer 😘😘😘😘😘😘😘
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Viva papi luzac !
Me abres las carnes
Alguien sabe quien es la que declama?
Maya Zapata
Quien luzac
Después de un año encuentras a alguien que es de la Luzac
@@Valdez-AR jamás pensé que iba a encontrar a alguien más de la Luzac
Amorosos:
Está bien, todos tenemos derecho a existir la insufrible.
Pero, por favor, dejen de estorbar cuando alguien les dijo (cito) “hoy en la regadera el agua me susurró que te amo”
De respuesta silencio, leprosa amorosidad.
Y alguien se fue después hasta más allá de todo, secándose poco a poco la delucidante humedad, sin contestar sus insistentes y tontos mensajes de texto.