Felices noventa años de teatro en Bellas Artes con Juana de Asbaje

En 1934 el Palacio de Bellas Artes se estrenó con la Verdad Sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón y 90 años después celebró con Juana de Asbaje en una comedia escrita antes de convertirse en Sor Juana y mucho antes de haberse convertido en la décima musa.
Bellas Artes no es un buen recinto para el teatro así que después de unas cuantas funciones “fifis” para cubrir el expediente, Los Enpeños de una Casa pasó a un verdadero teatro, el Julio Castillo que hace las veces de Teatro Nacional ya que desde los tiempos de Don Porfirio el gobierno quedó en deuda de reponerlo después de destruir el original para ampliar las avenidas del Centro Histórico.
La reposición de Empeños de una Casa se convirtió en una apoteosis desde el principio de la tercera llamada y hasta el final.
Sin embargo para la reseña histórica es indispensable apuntar que este pinche gobierno tiene meses que no repara los baños del Centro Cultural del Bosque, que los de El Granero son insuficientes para que las damas vayan corriendo en los 10 minutos del primero de dos intermedios y por lo tanto muchas se quedan afuera.
Si no fuera porque tenemos a la mejor Compañía Nacional de Teatro del Mundo la nota sería que el gobierno lleva meses sin arreglar lo baños del Teatro Nacional pero la actuación magistral de Erika de la Llave y, Oscar Narváez a la cabeza de un elenco de más de 15 actores y músicos es tan apoteósica y el texto de Juana tan barroco que tenemos que rumiar sus palabras y digerirlas con tanto cuidado, que las dificultades para mear se nos acaban olvidando