Lamento haberme interpuesto en tu relación, lamento todas esas veces en donde pensé en hacer que terminaran y lo logré, si bien era consciente del daño que le hacía a tu pareja no sabía que tu también saldrías herido y lo entendí, estabas más que enamorado de él. Y lo entendí, tu amor jamás fue y será mio, no seré yo quien tenga la suerte de verte en todas tus emociones y en todos tus estados, no seré yo quien esté en las buenas y en las malas contigo, no seré yo dueño de tu amor. No seré yo a quien le dediques esa hermosa sonrisa tan característica de ti, de tus risas y de tus enojos. Jamás seré yo. Pero gracias, gracias por hacerme feliz en un lapso de tiempo, por darme unos lindos recuerdos que enterraré y adoraré en lo más profundo de mi corazón, por enseñarme lo que se siente ser querido. Ese día cumplías un año con tu pareja después de haber pasado por tanto dolor y sufrimiento que yo alguna vez les logré hacer. Organizaste una gran fiesta por la tarde e invitaste a todos tus y sus amigos incluso estaban tus padres, pero yo no fui invitado y lo entendía. Ese mismo día un poco más temprano hablé con tu madre, ella me tenía un cariño muy lindo y agradecía que ella me apoyará. Le conté lo que planeaba hacer y comprendió, me pregunto si yo de verdad te amaba, no pude evitar sentirme mal y la miré a la cara con los ojos lagrimosos. Ella me sonrió con pena y me dijo: "Cuando uno ama a alguien, incluso si están juntos o no, uno debe alegrarse por la felicidad del otro sin importar si la comparte o no contigo... Siempre estaré para ti cuando me necesites". Le sonreí de una manera tan dolorosa que ella me abrazo. Ella se fue dejándome solo, tenía miedo de que cuando me vieras me odiarás o algo así, la puerta de la habitación fue abierta y ahí estabas tú, te veías tan hermoso con ese traje que se ajustaba a tu cuerpo, tenías tu cabello negro y estabas tan bien peinado. Entraste y al parecer te sorprendiste de verme allí. Te palmeé un lugar en la cama y negaste sonriendo, preguntaste que hacía allí. Suspiré, me acerqué a ti y tomé tu mano, con un nudo en la garganta te dije: "Perdón por venir sin invitación pero necesitaba verte, también te debo pedir una disculpa por todo lo que les hice a ti y a él...- Te miré directamente a la cara con mis ojos aguados y seguí - ¿Eres feliz?" Tú respondiste: "Lo soy... Perdón si alguna vez te di altas esperanzas de tener algo y créeme que yo también lo creí hasta llegué a comparar lo bien que me sentía contigo y lo monótona que se estaba volviendo mi relación pero estoy perdidamente muy enamorado de él". Limpié las lágrimas rebeldes que se escaparon de mis ojos y dije: "Esta bien, no me queda nada más que agradecerte por todos los momentos que pasamos juntos. Gracias por darme una felicidad enorme, por enseñarme lo que se siente ser querido y sobretodo por darme atención y apoyo. Si eres feliz, eso es suficiente para mi" Sorbí mi nariz y un par de lágrimas más salieron. Agachaste tu mirada y supe que lo sentías como una despedida porque así sería, llamaste por mi apodo una última vez y negué diciéndote: "Te amo y porqué te amo, hoy te dejo libre- Desvié mi mirada de esos ojos color miel y continué - Te deseo toda la felicidad del mundo junto a una persona tan maravillosa como lo es él - susurré y intenté tragar ese nudo tan grande que se estaba formando en mi garganta y que se estaba volviendo constante en mi - Hoy me voy a donde pertenezco, sabes que estar lejos nos hará bien, es algo que me advirtieron y lo estoy aprendiendo ahora". Sonreí, entre lágrimas te agradecí una vez más y me despedí depositando un beso en tu mejilla y con el corazón roto. Apenas salí de ahí, me quebré entre sollozos y lágrimas que no cesaban, caí de rodillas al piso y deje salir todo aquel sentimiento que acumulé por meses, exactamente desde que me di cuenta de que aquello que sentía por ti no era solo una simple amistad. Tal vez si tú y yo nos hubiésemos conocido en otro momento, en otra circunstancia o incluso en otro tiempo, habríamos tenido una relación muy buena pero ahora solo quedan recuerdos que atesoraré y enterraré en lo más profundo de mi corazón. ... Sentí una mano en mi cabeza dejando suaves caricias a mi cabello que me hicieron alzar mi mirada, encontrándome con aquel chico que se había vuelto tan indispensable para mi vida y que tiempo atrás me aconsejo que dejará de lastimarme más. "Llora todo lo que sea necesario, pequeño" - Susurro suavemente regalándome una sonrisa tan sincera y hermosa tan característica de él - Pero aquí estoy para ayudarte a levantarte y apoyarte, porque te amo - Confesó dejando un beso en mi frente. _Di algo, que me estoy dando por vencido contigo, yo seré el indicado si tu quieres que lo sea, a cualquier lugar yo te hubiera seguido, di algo que me estoy dando por vencido contigo._
Lamento haberme interpuesto en tu relación, lamento todas esas veces en donde pensé en hacer que terminaran y lo logré, si bien era consciente del daño que le hacía a tu pareja no sabía que tu también saldrías herido y lo entendí, estabas más que enamorado de él.
Y lo entendí, tu amor jamás fue y será mio, no seré yo quien tenga la suerte de verte en todas tus emociones y en todos tus estados, no seré yo quien esté en las buenas y en las malas contigo, no seré yo dueño de tu amor. No seré yo a quien le dediques esa hermosa sonrisa tan característica de ti, de tus risas y de tus enojos. Jamás seré yo.
Pero gracias, gracias por hacerme feliz en un lapso de tiempo, por darme unos lindos recuerdos que enterraré y adoraré en lo más profundo de mi corazón, por enseñarme lo que se siente ser querido.
Ese día cumplías un año con tu pareja después de haber pasado por tanto dolor y sufrimiento que yo alguna vez les logré hacer. Organizaste una gran fiesta por la tarde e invitaste a todos tus y sus amigos incluso estaban tus padres, pero yo no fui invitado y lo entendía.
Ese mismo día un poco más temprano hablé con tu madre, ella me tenía un cariño muy lindo y agradecía que ella me apoyará. Le conté lo que planeaba hacer y comprendió, me pregunto si yo de verdad te amaba, no pude evitar sentirme mal y la miré a la cara con los ojos lagrimosos. Ella me sonrió con pena y me dijo: "Cuando uno ama a alguien, incluso si están juntos o no, uno debe alegrarse por la felicidad del otro sin importar si la comparte o no contigo... Siempre estaré para ti cuando me necesites". Le sonreí de una manera tan dolorosa que ella me abrazo.
Ella se fue dejándome solo, tenía miedo de que cuando me vieras me odiarás o algo así, la puerta de la habitación fue abierta y ahí estabas tú, te veías tan hermoso con ese traje que se ajustaba a tu cuerpo, tenías tu cabello negro y estabas tan bien peinado.
Entraste y al parecer te sorprendiste de verme allí. Te palmeé un lugar en la cama y negaste sonriendo, preguntaste que hacía allí. Suspiré, me acerqué a ti y tomé tu mano, con un nudo en la garganta te dije: "Perdón por venir sin invitación pero necesitaba verte, también te debo pedir una disculpa por todo lo que les hice a ti y a él...- Te miré directamente a la cara con mis ojos aguados y seguí - ¿Eres feliz?" Tú respondiste: "Lo soy... Perdón si alguna vez te di altas esperanzas de tener algo y créeme que yo también lo creí hasta llegué a comparar lo bien que me sentía contigo y lo monótona que se estaba volviendo mi relación pero estoy perdidamente muy enamorado de él".
Limpié las lágrimas rebeldes que se escaparon de mis ojos y dije: "Esta bien, no me queda nada más que agradecerte por todos los momentos que pasamos juntos. Gracias por darme una felicidad enorme, por enseñarme lo que se siente ser querido y sobretodo por darme atención y apoyo. Si eres feliz, eso es suficiente para mi" Sorbí mi nariz y un par de lágrimas más salieron.
Agachaste tu mirada y supe que lo sentías como una despedida porque así sería, llamaste por mi apodo una última vez y negué diciéndote: "Te amo y porqué te amo, hoy te dejo libre- Desvié mi mirada de esos ojos color miel y continué - Te deseo toda la felicidad del mundo junto a una persona tan maravillosa como lo es él - susurré y intenté tragar ese nudo tan grande que se estaba formando en mi garganta y que se estaba volviendo constante en mi - Hoy me voy a donde pertenezco, sabes que estar lejos nos hará bien, es algo que me advirtieron y lo estoy aprendiendo ahora".
Sonreí, entre lágrimas te agradecí una vez más y me despedí depositando un beso en tu mejilla y con el corazón roto.
Apenas salí de ahí, me quebré entre sollozos y lágrimas que no cesaban, caí de rodillas al piso y deje salir todo aquel sentimiento que acumulé por meses, exactamente desde que me di cuenta de que aquello que sentía por ti no era solo una simple amistad.
Tal vez si tú y yo nos hubiésemos conocido en otro momento, en otra circunstancia o incluso en otro tiempo, habríamos tenido una relación muy buena pero ahora solo quedan recuerdos que atesoraré y enterraré en lo más profundo de mi corazón.
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Sentí una mano en mi cabeza dejando suaves caricias a mi cabello que me hicieron alzar mi mirada, encontrándome con aquel chico que se había vuelto tan indispensable para mi vida y que tiempo atrás me aconsejo que dejará de lastimarme más.
"Llora todo lo que sea necesario, pequeño" - Susurro suavemente regalándome una sonrisa tan sincera y hermosa tan característica de él - Pero aquí estoy para ayudarte a levantarte y apoyarte, porque te amo - Confesó dejando un beso en mi frente.
_Di algo, que me estoy dando por vencido contigo, yo seré el indicado si tu quieres que lo sea, a cualquier lugar yo te hubiera seguido, di algo que me estoy dando por vencido contigo._
que-
@@jungkookmiflaco2932 CMKFJDDK SAME PERO ESTOY LLORANDO
de donde es esto?