Ya entiendo, desde resentimientos no se hace tierra fértil... Habría que renovarnos, reconocernos nuevos y con todo lo desarrollado ya en el universo filosófico re - fecundar nuestra nueva tierra (es decir nuestras entonces renovadas almas) y hací natural y americanamente germinar, crecer, florecer y fructificar nueva y propia filosofía. Que estoy seguro será luz y abrevadero para las sedientas almas de los jóvenes de ese posible futuro. Sólo dejemos de sembrar desconfianza, animadversión y odio. Signos de debilidad. De hecho, una nueva y americana filosofía tendrá por uno de sus simientes el rescate y cuidado de nuestras auténticas fortalezas: la de confiar en el otro, la de no andar esperando pagos ni recompensas, la de cultivarse diariamente, la de saber ser feliz con mucho o con poco, la de dejar de ser un eterno necesitado de cosas y novedades, la de dejar de confiar ingenuamente en tanto discurso demagógico, la de dejar de temerle a la vida, la de aprender a trabajar con el vecino, la de poder soñar un mundo nuevo y mejor sin necesidad de mayor soporte tecnológico y luchar tranquila e inexorablemente por ese sueño... Fe al latinoamericano no le falta, ni generosidad. Sí, una nueva filosofía tiene que ser para revitalizarnos, antes que volvernos simple y mórbidamente meros intelectualistas.
Muy bien explicado , se entendio muy bien 👏🏼
🙌🏼
Gracias por el trabajo
Muchas gracias 🙌🏼
Ya entiendo, desde resentimientos no se hace tierra fértil... Habría que renovarnos, reconocernos nuevos y con todo lo desarrollado ya en el universo filosófico re - fecundar nuestra nueva tierra (es decir nuestras entonces renovadas almas) y hací natural y americanamente germinar, crecer, florecer y fructificar nueva y propia filosofía. Que estoy seguro será luz y abrevadero para las sedientas almas de los jóvenes de ese posible futuro.
Sólo dejemos de sembrar desconfianza, animadversión y odio. Signos de debilidad.
De hecho, una nueva y americana filosofía tendrá por uno de sus simientes el rescate y cuidado de nuestras auténticas fortalezas: la de confiar en el otro, la de no andar esperando pagos ni recompensas, la de cultivarse diariamente, la de saber ser feliz con mucho o con poco, la de dejar de ser un eterno necesitado de cosas y novedades, la de dejar de confiar ingenuamente en tanto discurso demagógico, la de dejar de temerle a la vida, la de aprender a trabajar con el vecino, la de poder soñar un mundo nuevo y mejor sin necesidad de mayor soporte tecnológico y luchar tranquila e inexorablemente por ese sueño... Fe al latinoamericano no le falta, ni generosidad. Sí, una nueva filosofía tiene que ser para revitalizarnos, antes que volvernos simple y mórbidamente meros intelectualistas.