Gran explicación de la obra. Es bonito ver lo únicos que son cada uno de los abanicos orientales decorativos de la pared y el contraste que hacen con el abanico europeo que tiene la modelo en la mano. El orgullo que sintió Monet cuando lo terminó y la vergüenza que terminó sintiendo por él, se dice que por las críticas, da mucho que pensar en la forma en que las personas critican a la ligera y con prejuicios. La primera vez que fue vendida la obra fue por 2000 francos, pero se rumorea que fue un engaño entre Monet y un amigo suyo, finalmente fue adquirida por el Museo de Boston por 45.000 dólares. Es una gran obra que inspira movimiento, gracia, mezcla de culturas...
Magnífica y rigurosa explicación en tan sólo 3 minutos. Por añadir una curiosidad, Monet con el tiempo cree que esta obra es una vergüenza para su colección, y reniega de ella.
Uno de los mejores vídeos del canal. Salta a la vista la feminidad de Camille y los uchiwa como objetos que solían utilizar las mujeres. Esta se contrasta con la masculinidad representada por el samurai. Llama la atención el color rojo sobre el fondo azul grisáceo y también cómo Camille está ligeramente inclinada hacia la izquierda. Así el personaje principal crea una diagonal ayudado por los uchiwa y en realidad el centro del cuadro es el kimono y el abanico con la bandera francesa. Dos símbolos que podrían indicar el comercio de ambos países, riqueza, el gusto de Monet por este país...
Sin duda una obra donde Monet muestra toda la influencia japonista y su ingenio para mostrar en pequeños detalles con pinceladas, grandes significados. El kimono en si es la obra de arte, pero no contento con eso pinta también los abanicos de forma que cada uno tenga un paisaje.
El carácter rompedor en la pintura de Monet demuestra el como en ocasiones ir en contra a lo establecido puede resultar el camino correcto. Es fascinante que alguien en esa época tenga interés por la cultura japonesa y quiera inspirarse para plasmarlo sobre un lienzo. También hay que recalcar a Camille que siendo europea decide vestir con el traje típico japonés, que es el kimono, algo muy innovador en la época.
esta obra muestra la influencia de la estampa japonesa en el arte occidental. Monet captura una escena íntima con una modelo vestida con un kimono, rodeada de elementos japoneses. La atención a los detalles y la paleta de colores suaves reflejan la fascinación de Monet por la cultura japonesa. La obra revela una conexión entre dos culturas a través del arte y la influencia mutua en la pintura europea y japonesa
Efectivamente eran la luz y el realismo, lo que caracterizaban a este gran pintor llamado Claude Monet, que como ya sabemos, rompió los estándares artísticos de la época enfocándose en un objetivo diferente, y enriqueciéndonos a la sociedad de una pizca de luz y esperanza en sus cuadros especialmente ambientales.
El intrincado patrón del kimono contrasta con el rostro de Camille creando una cohesión muy llamativa, frente a la antítesis que suponen los elementos japoneses en una mujer claramente occidental. Ante todo es una composición que luce cuidada y delicada, a pesar de las pinceladas en múltiples direcciones del fondo.
Una de las obras que a mi más me gusta. Se ve algo distinto en Monet, no son las estaciones del año o naturaleza. Es su amor y pasión por la cultura japonesa reflejada en este cuadro y en muchísimos sitios más, hasta el propio jardín de su casa se vio envuelto por la cultura japonesa. Es muy romántico que el rostro elegido para este cuadro sea el de su propia mujer. En el kimono destaca mucho la figura de un samurái enfurecido que contrasta con el rostro delicado de la mujer.
Esta obra refleja perfectamente cómo Monet fue un amante de la cultura japonesa que tanto furor causó en París en los años 70. El kimono rojo, llamativo y tan detallado de Camille resaltado sobre el fondo celeste lleno de abanicos es fascinante.
Que importante es que los artistas tengan la personalidad de sacrificar su bienestar económico y prestigio en pro de la sensibilidad propia. Una sensibilidad que lejos de ser aleccionada por los cánones prestablecidos, se nutre de influencias y progresos de la época tales como el japonismo. Ahora bien, ¿Apropiación cultural o referentes atípicos en un mundo que se iniciaba en la globalización?
En esta obra puede apreciarse la pasión de Monet por la cultura japonesa, y me llama especialmente la atención como trata de resaltar la delicadeza y la feminidad de la mujer, con un elemento totalmente contrario como es el samurái bordado en el kimono que viste.
Lo que más me llama la atención es el detalle con el que ha pintado el kimono, y los abanicos de la pared, ya que si nos fijamos en ellos, podemos ver como tienen dibujos de paisajes u otras figuras femeninas. También, aunque está retratada la Mujer Camille, está en otros cuadros aparece representada como si fuera morena, en cambio aquí, es rubia, por lo que Monet lo combina con los colores de la bandera francesa del abanico que sostiene en la mano para remarcar que se trata de una mujer europea.
“La Japonesa” Es una reflexión sobre la moda y la identidad. Al vestir a Camille con un kimono, Monet cuestiona las convenciones de la belleza y la feminidad en la sociedad occidental, cosa que me ha cautivado nada más observar la pintura. Cada detalle del ropaje de Camille es digno de admiración.
Me ha parecido muy interesante como Monet trata de recalcar que su mujer Camile (quién es la protagonista del cuadro) es de origen europeo. Lo hace a través de pintarla rubia (cuando ella era morena) y a través de representar los colores de la bandera francesa en el abanico que está sosteniendo. También me ha llamado la atención el color tan rojo y brillante del vestido que deja ver a un samurái, figura que contrasta notablemente con la feminidad de la protagonista.
Me sorprende que las influencias de Monet llegasen también por medio de estampas japonesas, y sus escenas al aire libre, y esa comparación que se hace de Hokusai y el cuadro de Monet de estanque de ninfas, me parece muy bien traído al explicar sus influencias. Tampoco en la escena hubiera dicho que no pintaba a una Japón esa si no a su mujer, creo que sabe muy bien como traer las formas para dar significado al cuadro, a través del abanico con la bandera francesa de manera que hace ver la identidad europea de la mujer.
Me parece curioso cómo el interés de un artista por una cultura, pueda llegar a ser controversial para alguien. Antes incluso de que acabara el video, estaba pensando que la obra hoy en día, sería considerada apropiación cultural, y poco después, se ha dicho lo mismo en el propio vídeo. Sobre la obra, sólo puedo mencionar lo maravillosa que me parece la capacidad del artista de representar una cultura tan distinta como la japonesa, y aún así, conseguir destacar la identidad europea de la mujer.
Gran explicación de la obra. Es bonito ver lo únicos que son cada uno de los abanicos orientales decorativos de la pared y el contraste que hacen con el abanico europeo que tiene la modelo en la mano. El orgullo que sintió Monet cuando lo terminó y la vergüenza que terminó sintiendo por él, se dice que por las críticas, da mucho que pensar en la forma en que las personas critican a la ligera y con prejuicios. La primera vez que fue vendida la obra fue por 2000 francos, pero se rumorea que fue un engaño entre Monet y un amigo suyo, finalmente fue adquirida por el Museo de Boston por 45.000 dólares.
Es una gran obra que inspira movimiento, gracia, mezcla de culturas...
Magnífica y rigurosa explicación en tan sólo 3 minutos. Por añadir una curiosidad, Monet con el tiempo cree que esta obra es una vergüenza para su colección, y reniega de ella.
Uno de los mejores vídeos del canal. Salta a la vista la feminidad de Camille y los uchiwa como objetos que solían utilizar las mujeres. Esta se contrasta con la masculinidad representada por el samurai. Llama la atención el color rojo sobre el fondo azul grisáceo y también cómo Camille está ligeramente inclinada hacia la izquierda. Así el personaje principal crea una diagonal ayudado por los uchiwa y en realidad el centro del cuadro es el kimono y el abanico con la bandera francesa. Dos símbolos que podrían indicar el comercio de ambos países, riqueza, el gusto de Monet por este país...
Sin duda una obra donde Monet muestra toda la influencia japonista y su ingenio para mostrar en pequeños detalles con pinceladas, grandes significados. El kimono en si es la obra de arte, pero no contento con eso pinta también los abanicos de forma que cada uno tenga un paisaje.
El carácter rompedor en la pintura de Monet demuestra el como en ocasiones ir en contra a lo establecido puede resultar el camino correcto. Es fascinante que alguien en esa época tenga interés por la cultura japonesa y quiera inspirarse para plasmarlo sobre un lienzo. También hay que recalcar a Camille que siendo europea decide vestir con el traje típico japonés, que es el kimono, algo muy innovador en la época.
esta obra muestra la influencia de la estampa japonesa en el arte occidental. Monet captura una escena íntima con una modelo vestida con un kimono, rodeada de elementos japoneses. La atención a los detalles y la paleta de colores suaves reflejan la fascinación de Monet por la cultura japonesa. La obra revela una conexión entre dos culturas a través del arte y la influencia mutua en la pintura europea y japonesa
Efectivamente eran la luz y el realismo, lo que caracterizaban a este gran pintor llamado Claude Monet, que como ya sabemos, rompió los estándares artísticos de la época enfocándose en un objetivo diferente, y enriqueciéndonos a la sociedad de una pizca de luz y esperanza en sus cuadros especialmente ambientales.
El intrincado patrón del kimono contrasta con el rostro de Camille creando una cohesión muy llamativa, frente a la antítesis que suponen los elementos japoneses en una mujer claramente occidental. Ante todo es una composición que luce cuidada y delicada, a pesar de las pinceladas en múltiples direcciones del fondo.
Una de las obras que a mi más me gusta. Se ve algo distinto en Monet, no son las estaciones del año o naturaleza. Es su amor y pasión por la cultura japonesa reflejada en este cuadro y en muchísimos sitios más, hasta el propio jardín de su casa se vio envuelto por la cultura japonesa. Es muy romántico que el rostro elegido para este cuadro sea el de su propia mujer. En el kimono destaca mucho la figura de un samurái enfurecido que contrasta con el rostro delicado de la mujer.
La obra refleja la tendencia de los artistas impresionistas de explorar temas y estilos no occidentales durante el siglo XIX.
Esta obra refleja perfectamente cómo Monet fue un amante de la cultura japonesa que tanto furor causó en París en los años 70. El kimono rojo, llamativo y tan detallado de Camille resaltado sobre el fondo celeste lleno de abanicos es fascinante.
Que importante es que los artistas tengan la personalidad de sacrificar su bienestar económico y prestigio en pro de la sensibilidad propia. Una sensibilidad que lejos de ser aleccionada por los cánones prestablecidos, se nutre de influencias y progresos de la época tales como el japonismo. Ahora bien, ¿Apropiación cultural o referentes atípicos en un mundo que se iniciaba en la globalización?
En esta obra puede apreciarse la pasión de Monet por la cultura japonesa, y me llama especialmente la atención como trata de resaltar la delicadeza y la feminidad de la mujer, con un elemento totalmente contrario como es el samurái bordado en el kimono que viste.
Lo que más me llama la atención es el detalle con el que ha pintado el kimono, y los abanicos de la pared, ya que si nos fijamos en ellos, podemos ver como tienen dibujos de paisajes u otras figuras femeninas. También, aunque está retratada la Mujer Camille, está en otros cuadros aparece representada como si fuera morena, en cambio aquí, es rubia, por lo que Monet lo combina con los colores de la bandera francesa del abanico que sostiene en la mano para remarcar que se trata de una mujer europea.
“La Japonesa” Es una reflexión sobre la moda y la identidad. Al vestir a Camille con un kimono, Monet cuestiona las convenciones de la belleza y la feminidad en la sociedad occidental, cosa que me ha cautivado nada más observar la pintura. Cada detalle del ropaje de Camille es digno de admiración.
Me ha parecido muy interesante como Monet trata de recalcar que su mujer Camile (quién es la protagonista del cuadro) es de origen europeo. Lo hace a través de pintarla rubia (cuando ella era morena) y a través de representar los colores de la bandera francesa en el abanico que está sosteniendo.
También me ha llamado la atención el color tan rojo y brillante del vestido que deja ver a un samurái, figura que contrasta notablemente con la feminidad de la protagonista.
Me sorprende que las influencias de Monet llegasen también por medio de estampas japonesas, y sus escenas al aire libre, y esa comparación que se hace de Hokusai y el cuadro de Monet de estanque de ninfas, me parece muy bien traído al explicar sus influencias. Tampoco en la escena hubiera dicho que no pintaba a una Japón esa si no a su mujer, creo que sabe muy bien como traer las formas para dar significado al cuadro, a través del abanico con la bandera francesa de manera que hace ver la identidad europea de la mujer.
Me parece curioso cómo el interés de un artista por una cultura, pueda llegar a ser controversial para alguien. Antes incluso de que acabara el video, estaba pensando que la obra hoy en día, sería considerada apropiación cultural, y poco después, se ha dicho lo mismo en el propio vídeo.
Sobre la obra, sólo puedo mencionar lo maravillosa que me parece la capacidad del artista de representar una cultura tan distinta como la japonesa, y aún así, conseguir destacar la identidad europea de la mujer.