Estamos muy agradecidas por este reconocimiento, que supone un impulso para seguir generando comunidades de cuidados (de #cohousing, rurales, como las que hemos trabajado en el proyecto Comunidades de Cuidados, pero también en los barrios y allí donde haya un tejido ciudadano activo). Seguimos avanzando en el cambio cultural de los cuidados, para dejar atrás un modelo asistencialista y consolidar un sistema basado en los derechos de las personas, en redes vecinales más cohesionadas y en la necesaria colaboración público-comunitaria.
Gracias una vez más a la Fundación Caser por este reconocimiento a un proyecto que quiere devolver las decisiones y la capacidad de organizar cómo cuidarnos cuando nos hacemos mayores a sus verdaderas protagonistas y quienes mejor pueden velar por la salvaguarda de sus derechos, su dignidad y del estilo de vida que tiene sentido para ellas: las propias personas mayores y su entorno de referencia, su comunidad.
Estamos muy agradecidas por este reconocimiento, que supone un impulso para seguir generando comunidades de cuidados (de #cohousing, rurales, como las que hemos trabajado en el proyecto Comunidades de Cuidados, pero también en los barrios y allí donde haya un tejido ciudadano activo). Seguimos avanzando en el cambio cultural de los cuidados, para dejar atrás un modelo asistencialista y consolidar un sistema basado en los derechos de las personas, en redes vecinales más cohesionadas y en la necesaria colaboración público-comunitaria.
Gracias una vez más a la Fundación Caser por este reconocimiento a un proyecto que quiere devolver las decisiones y la capacidad de organizar cómo cuidarnos cuando nos hacemos mayores a sus verdaderas protagonistas y quienes mejor pueden velar por la salvaguarda de sus derechos, su dignidad y del estilo de vida que tiene sentido para ellas: las propias personas mayores y su entorno de referencia, su comunidad.