He visto la serie y me mantuvo cautivada, hasta que en el último capítulo todo se desarrolla tan apresuradamente que me pareció que Cuarón (director que me encanta GRAVITY, ROMA ) no le encontró la vuelta al guión. No sé como se resuelve en la novela, pienso que el director debería habernos dado algunas pistas o dejar caer algún pequeño dato durante la trama , aunque está bien que nos haya hecho creer lo que en realidad no fue. Soy argentina, y como sabes, los argentinos tenemos fama de ser fanáticos de la psicología. Yo creo que ambas madres necesitaban terapia psicológica: una sobreprotectora y negadora de los problemas de su hijo ( el que murió) y la otra un tanto desapegada de su hijo, desinteresada, quizás por el trauma que sufrió y se guardó durante tantos años. Gracias como siempre por tu análisis. Saludos.
El final es demasiado esencializado, y, como dices, es imposible que ningún espectador intuya por dónde van los tiros. La novela, en ese sentido, es igual. Quieren sorprender tanto que al final, lo estropean. Pero se ve con agrado, y Kevin Klein, uno de mis favoritos, hace una interpretación contenida excepcional. Gracias por el comentario. Abrazos
He visto la serie y me mantuvo cautivada, hasta que en el último capítulo todo se desarrolla tan apresuradamente que me pareció que Cuarón (director que me encanta GRAVITY, ROMA ) no le encontró la vuelta al guión. No sé como se resuelve en la novela, pienso que el director debería habernos dado algunas pistas o dejar caer algún pequeño dato durante la trama , aunque está bien que nos haya hecho creer lo que en realidad no fue. Soy argentina, y como sabes, los argentinos tenemos fama de ser fanáticos de la psicología. Yo creo que ambas madres necesitaban terapia psicológica: una sobreprotectora y negadora de los problemas de su hijo ( el que murió) y la otra un tanto desapegada de su hijo, desinteresada, quizás por el trauma que sufrió y se guardó durante tantos años. Gracias como siempre por tu análisis. Saludos.
El final es demasiado esencializado, y, como dices, es imposible que ningún espectador intuya por dónde van los tiros. La novela, en ese sentido, es igual. Quieren sorprender tanto que al final, lo estropean. Pero se ve con agrado, y Kevin Klein, uno de mis favoritos, hace una interpretación contenida excepcional. Gracias por el comentario. Abrazos