Yalenko hijo de mi alma, tu voz siempre me llega a lo más recóndito de mi ser, me hace sentir el romanticismo a flor de piel y pensar que cuando eras tuno en el cuarto año de medicina, no me gustaba que te dediques cantar y solo a estudiar, pero aprendí que el arte es donde se refugia el alma sensible del médico. Terminaste cantando como todo un tenor y allí recordé, que cuando yo era estudiante iba a refugiar mis sentimientos en el piano. Sigue haciendo lo que te gusta: ser un buen médico y tenor.
Yalenko hijo de mi alma, tu voz siempre me llega a lo más recóndito de mi ser, me hace sentir el romanticismo a flor de piel y pensar que cuando eras tuno en el cuarto año de medicina, no me gustaba que te dediques cantar y solo a estudiar, pero aprendí que el arte es donde se refugia el alma sensible del médico. Terminaste cantando como todo un tenor y allí recordé, que cuando yo era estudiante iba a refugiar mis sentimientos en el piano. Sigue haciendo lo que te gusta: ser un buen médico y tenor.