El Espíritu Santo es el ayudador en la tarea de mortificar el pecado. Romanos 6:12-14; 1 Corintios 9:27; Romanos 8:13; Ezequiel 36:26. Hay tres razones de como el Espíritu Santo mata el pecado: 1. Haciendo que nuestros corazones abunden en gracia y en los frutos que son contrarios a las obras de la carne (Gálatas 5:19-21, 24) 2. La efectiva destrucción de la raíz y habito del pecado (Isaías 4:4) 3. Trayendo la luz de Cristo al pecador (Colosenses 2:10-15)
El Espíritu Santo es el ayudador en la tarea de mortificar el pecado.
Romanos 6:12-14; 1 Corintios 9:27; Romanos 8:13; Ezequiel 36:26.
Hay tres razones de como el Espíritu Santo mata el pecado: 1. Haciendo que nuestros corazones abunden en gracia y en los frutos que son contrarios a las obras de la carne (Gálatas 5:19-21, 24) 2. La efectiva destrucción de la raíz y habito del pecado (Isaías 4:4) 3. Trayendo la luz de Cristo al pecador (Colosenses 2:10-15)