ADORLO POR SU PACIENCIA PARA ALCANZARTE

Reflexión Diaria - ADORLO POR SU PACIENCIA PARA ALCANZARTE
Hechos 1
3 Después de morir, Jesús se les apareció a los apóstoles y pasó 40 días con ellos, dándoles muchas pruebas de que estaba vivo y hablándoles del reino de Dios. 4 En una ocasión estaban comiendo y les ordenó que no se fueran de Jerusalén:-Quédense aquí para recibir la promesa del Padre, de la cual ya les he hablado.
Aunque pudiéramos ligeramente afirmar que el día en que alguien nos explicó sobre el Evangelio, rápidamente pudimos entenderlo y aceptarlo, y orar entregando nuestra vida a Jesús, y que de igual modo sucedió para recibir la promesa del Padre y ser llenos del Espíritu Santo; la verdad es que si hacemos historia, fueron seguramente muchas las ocasiones previas, en las que el Señor, en Su Gracia y Misericordia estuvo allí, usando personas y circunstancias para hablarnos del Reino de Dios, para ofrecernos evidencias de Su Amor y Verdad, preparándonos para ese momento en el que al fin pudimos recibirlo y empezar a gozarnos de la maravillosa bendición de Su Salvación y del cumplimiento de la Promesa del Padre; lo que debe, no sólo aumentar nuestra gratitud hacia Él, sino llenarnos de empatia por aquellos que aún están en el proceso de ser alcanzados.
Medita hoy en estos versos y llénate de motivos para adorar a Papá, para expresarle toda tu gratitud por la paciencia y la perseverancia que ha tenido para traerte al conocimiento de Su Amor y Verdad, valora cada una de esas veces, incluso ésta, en la que usó a alguien más para hablarte, para ofrecerte pruebas de que ha estado allí para ti, que ha estado cumpliendo Sus promesas de vida abundante, y desde esa actitud de reconocimiento de todo lo que Él ha hecho por ti, que también mires desde la paciencia y la misericordia a quienes te rodean, y que con esa actitud puedas ser instrumento Suyo para hablarles y con hechos demostrarles qué Él está vivo, compartiéndoles acerca de las promesas de Papá, que empiezan por la mayor de ellas que es el bautismo con el Espíritu Santo, que te llena de poder para ser Su hijo, testimonio vivo de Su Amor e instrumento en Sus manos para el establecimiento de Su Reino hoy.
Que tengas un día grandioso.