¡Muchas gracias a nuestro querido Canal Once, y en particular al equipo de producción que nos sirvió este excelente platillo con ingredientes de emoción, de conocimiento, de valorar cada una de las pequeñas labores necesarias para que las y los niños del país puedan tener sus libros! No se me olvida mencionar al ingrediente llamado "nostalgia", pues cómo no he de recordar, con harto cariño, los días cargados de ilusión cuando mis profesoras y profesores nos decían: "Niños, no vayan por ningún motivo a faltar el día tal, porque es cuando les entregaremos sus libros". Contaba yo el tiempo que faltaba para que llegara el momento especial: La maestra o el profe decían en voz alta mi apellido, y yo pasaba al escritorio donde recogía (con una sonrisa propia del Gato de Cheshire, en el relato de "Alicia en el País de las Maravillas") a mis preciosos y adorados nuevos amigos: ¡mis libros de texto gratuitos! Yo estaba en una familia de clase trabajadora, muy modesta, así que los únicos libros que pude tener en mis manos y ante mis ávidos ojos de pequeño lector, fueron los de Texto Gratuitos, los cuales esperaba a los largo de meses, pues los del ciclo vigente ya me los había despachado leyéndolos varias veces. Gracias a la iniciativa y a la visión humanista del gran Secretario de Educación Pública que fue don Jaime Torres Bodet, y a la sensibilidad social e histórica del entonces presidente, don Adolfo López Mateos (cuya esposa, doña Eva Sámano, fue maestra de escuela), se ha construido esta institución fundamental para los millones que hemos accedido al saber, al conocimiento, al placer de la lectura: la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos. Un saludo pleno de respeto y admiración por cada una y cada uno de los trabajadores que hicieron y que hacen posible la llegada de los libros a las manos de la niñez y la adolescencia mexicana. Un gran acierto de Canal Once el mostrar tan hermosa labor. ¡Saludos!
¡Muchas gracias a nuestro querido Canal Once, y en particular al equipo de producción que nos sirvió este excelente platillo con ingredientes de emoción, de conocimiento, de valorar cada una de las pequeñas labores necesarias para que las y los niños del país puedan tener sus libros!
No se me olvida mencionar al ingrediente llamado "nostalgia", pues cómo no he de recordar, con harto cariño, los días cargados de ilusión cuando mis profesoras y profesores nos decían:
"Niños, no vayan por ningún motivo a faltar el día tal, porque es cuando les entregaremos sus libros". Contaba yo el tiempo que faltaba para que llegara el momento especial:
La maestra o el profe decían en voz alta mi apellido, y yo pasaba al escritorio donde recogía (con una sonrisa propia del Gato de Cheshire, en el relato de "Alicia en el País de las Maravillas") a mis preciosos y adorados nuevos amigos: ¡mis libros de texto gratuitos!
Yo estaba en una familia de clase trabajadora, muy modesta, así que los únicos libros que pude tener en mis manos y ante mis ávidos ojos de pequeño lector, fueron los de Texto Gratuitos, los cuales esperaba a los largo de meses, pues los del ciclo vigente ya me los había despachado leyéndolos varias veces.
Gracias a la iniciativa y a la visión humanista del gran Secretario de Educación Pública que fue don Jaime Torres Bodet, y a la sensibilidad social e histórica del entonces presidente, don Adolfo López Mateos (cuya esposa, doña Eva Sámano, fue maestra de escuela), se ha construido esta institución fundamental para los millones que hemos accedido al saber, al conocimiento, al placer de la lectura: la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos.
Un saludo pleno de respeto y admiración por cada una y cada uno de los trabajadores que hicieron y que hacen posible la llegada de los libros a las manos de la niñez y la adolescencia mexicana. Un gran acierto de Canal Once el mostrar tan hermosa labor. ¡Saludos!
A mí grupo solo les tocó tres libros a cada alumno y alumna. Así que no todos los rincones del país les llegó en tiempo y forma.
Analizar y criticar el contenido de los libros de CONALITEG.
No entiendo