El cuervo - Resumen del Libro

"El cuervo" es un poema escrito por Edgar Allan Poe hacia 1845. Sello distintivo de la literatura gótica, el poema tuvo un éxito inmediato, y el propio Poe afirmó haber escrito la obra en un intento de atraer tanto a los críticos como a los lectores comunes. Escrito en octámetro trocaico, "El cuervo" describe el extraño encuentro de un amante en duelo con un cuervo parlante, y se basa en la repetición de la expresión "nunca más" (“nevermore”) para crear su característico tono inquietante.
En una lúgubre noche de diciembre, el narrador anónimo del poema hojea un viejo libro, intentando distraerse de la reciente pérdida de su amor, Leonora. Casi dormido, oye unos golpecitos en la puerta de su habitación, pero se dice a sí mismo que no es más que un visitante. Duda en contestar, pero cuando por fin consigue abrir la puerta, no hay nadie. Susurra "Leonora" en la oscuridad y siente un escalofrío al oír el eco de ese nombre.
Cuando está regresando a su habitación, el narrador vuelve a oír los golpecitos y decide que proceden de su ventana. De nuevo se consuela, asegurando que debe de ser el viento. Pero, al abrir la ventana, un cuervo entra en la habitación, sobresaltándolo.
El cuervo se posa sobre un busto de Palas, o Atenea (la diosa griega de la sabiduría), sobre la puerta del narrador. Al principio, el grave aspecto del ave divierte al narrador, que le pregunta por su nombre. El cuervo lo sorprende respondiendo con la expresión: "Nunca más".
Nuevamente, el narrador intenta consolarse, esta vez prediciendo que el cuervo está destinado a marcharse al día siguiente, tal como lo han hecho "otros amigos", y también sus "esperanzas". El cuervo responde con la misma, solitaria expresión: "Nunca más". El narrador piensa que el cuervo debe haber aprendido esta palabra de un amo anterior. Al tomar asiento, el narrador cae en la cuenta de que Leonora nunca volverá a ocupar esa silla, y empieza entonces a reflexionar sobre el significado de "nunca más".
De repente, el narrador tiene la sensación de que los ángeles se han acercado y se enoja con el pájaro, llamándolo vil profeta. Temiendo por su vida, el narrador pregunta si hay "bálsamo en Galaad", y si verá a Leonora en el cielo. A ambas preguntas, el cuervo responde: "Nunca más". Furioso, el narrador le exige al cuervo que lo deje solo. Pero el cuervo permanece en el busto de Palas, pronunciando únicamente la expresión maldita, y el narrador teme que su alma no pueda liberarse de la sombra del cuervo "nunca más".
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