La primera conferencia del ciclo Siete Noches fue "La Divina Comedia". Borges destaca la importancia de la poesía épica y la suspensión voluntaria de la incredulidad en la experiencia de la obra. Profundiza, además, en la relación entre Dante y Virgilio, así como en la representación de personajes y temas como la amistad y el amor. El análisis se centra en cómo Dante retrata la condición humana y el destino de los personajes, con especial énfasis en el episodio de Paolo y Francesca en el canto quinto del infierno. En 1977 el escritor argentino Jorge Luis Borges ofreció siete conferencias en el Teatro Coliseo de Buenos Aires. En 1980 las siete conferencias se transcribieron en un libro llamado Siete Noches, tarea que estuvo a cargo del profesor Roy Bartholomew. Finalizado el trabajo, Borges le dijo a Roy: "No está mal; me parece que sobre temas que tanto me han obsesionado, este libro es mi testamento".
![#2 - "La PESADILLA" por Jorge Luis Borges [Conferencia, Ciclo SIETE NOCHES, 1977]](http://i.ytimg.com/vi/4n8-CsfPev4/mqdefault.jpg)
![#2 - "La PESADILLA" por Jorge Luis Borges [Conferencia, Ciclo SIETE NOCHES, 1977]](/img/tr.png)
![#6 - "La CÁBALA" por Jorge Luis Borges [Conferencia, Ciclo SIETE NOCHES, 1977]](http://i.ytimg.com/vi/JoNR4ZmgTj4/mqdefault.jpg)
La primera conferencia del ciclo Siete Noches fue "La Divina Comedia". Borges destaca la importancia de la poesía épica y la suspensión voluntaria de la incredulidad en la experiencia de la obra. Profundiza, además, en la relación entre Dante y Virgilio, así como en la representación de personajes y temas como la amistad y el amor. El análisis se centra en cómo Dante retrata la condición humana y el destino de los personajes, con especial énfasis en el episodio de Paolo y Francesca en el canto quinto del infierno.
En 1977 el escritor argentino Jorge Luis Borges ofreció siete conferencias en el Teatro Coliseo de Buenos Aires. En 1980 las siete conferencias se transcribieron en un libro llamado Siete Noches, tarea que estuvo a cargo del profesor Roy Bartholomew. Finalizado el trabajo, Borges le dijo a Roy: "No está mal; me parece que sobre temas que tanto me han obsesionado, este libro es mi testamento".