Gálatas

Solo Jesucristo otorga verdadera libertad del pecado, el creyente es trasladado del reino de la oscuridad al reino del Hijo amado. Y esta libertad debe ser usada para servirnos en amor los unos a los otros.
Los Gálatas estaban usando esta libertad para pecar unos contra otros, es decir, la usaban como ocasión para la carne y no como ocasión para servir al prójimo. Pablo les recuerda la manera en que Jesús resume toda la ley; amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Los creyentes no estamos llamados a satisfacer los deseos pecaminosos de la vieja naturaleza, sino dejarnos guiar por el Espíritu Santo para dar verdadero cumplimiento a la ley; la ley del amor a Dios y el amor a nuestro prójimo.
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