LLORO Y SUFRIMIENTO

Desde la desobediencia de Adán y Eva y hasta la fecha, de un modo o de otro, ha habido sufrimiento en la humanidad.
Tal sufrimiento es consecuencia del pecado de esa primer pareja. Pero también es consecuencia de nuestro propio pecado. Consecuencia de nuestras acciones y decisiones contrarias a la voluntad de Dios.
También existe sufrimiento cuando Dios está preparando a alguien para una encomienda específica, como fue el caso de José antes de ser el segundo en el reino del faraón de Egipto.
Existe también el llanto por arrepentimiento, lo cual es de mucho valor ante los ojos de Dios (Joel 2:12-13, Santiago 4:8-10).
Cristo sufrió y murió por nuestros pecados, ya que él nunca cometió pecado. Él nos dice en Mateo 11:28: "Venid a mí todos los que estais trabajados y cargado, y yo os haré descansar."
La mayor bendición es que para el que de veras tiene a Cristo como su Salvador, después de esta vida, ya no tendrá más llanto ni clamor ni dolor (Apocalipsis 21:3-4).
Reciba a Cristo, si es que no lo tiene, para que después de esta vida temporal y terrenal, se acabe en usted el lloro y el sufrimiento.
Pastor Javier A. Curiel C.