GIBRALEÓN (APEADERO DE BELMONTE) - HUELVA

El ferrocarril en la provincia de Huelva tiene 150 años de historia a partir de un origen asociado a la minería. Durante esos años se construyeron muchos apeaderos y estaciones en la provincia, que han sido testigos del paso del tiempo y que, en muchos casos, permanecen olvidados. Sin embargo, son una parte muy valiosa del patrimonio onubense, puesto que son una joya de la arquitectura contemporánea.
De las ocho líneas principales que se construyen junto con todos sus ramales, a día de hoy solo quedan en funcionamiento dos líneas, siendo una de ellas la de Zafra-Huelva, en precario estado de salud, que es la que nos interesa en este reportaje.
Actualmente, el tren es un medio de transporte residual en la provincia de Huelva. Como en ningún otro lugar de España, los raíles tienen más carga romántica que práctica.
Volvemos a la línea Zafra-Huelva. Ésta, de 185 km, fue puesta en marcha en dos tramos: Valdelamusa-Huelva (que es el que nos ocupa), de 113 km, inaugurado el 23 de julio de 1886; y Zafra-Valdelamusa, de 72 km, inaugurado el 1 de enero de 1889.
El alma del funcionamiento de esta línea, Guillermo Sundheim, consiguió recorrer de norte a sur las provincias de Badajoz y Huelva, poniendo en relación el municipio de Zafra y los cotos mineros de Sierra Morena con el puerto de Huelva, toda una infraestructura lineal de ancho ibérico para el transporte de mercancías y pasajeros, además de estar concebida sobre la premisa de ser la línea de salida al mar de los productos extremeños.
Precisamente en el punto kilométrico 154,7 de esta línea (partiendo de Zafra) se encuentra el apeadero de Belmonte, ubicado en el término municipal de Gibraleón, a unos 15 km de su núcleo urbano, y enclavado entre las estaciones de El Cobujón y Gibraleón.
Comenzamos las imágenes en las cercanías del apeadero, concretamente con las obras que se realizan en la presa de Alcolea, todo un macro proyecto, actualmente parado, que regularía el cauce del río Odiel aguas abajo hasta su desembocadura. Justo al lado observamos el río Odiel, en aquel momento con poco caudal, que acaba de recibir los aportes de uno de sus principales afluentes, el Oraque. En las cercanías podemos observar fugazmente imágenes del embalse del Sancho, también en el término de Gibraleón, situado en el cauce del río Meca, otro de los afluentes del Odiel.
Pasamos por una panorámica de la vía férrea descrita, mientras en ese momento pasaba un tren de mercancías. Acompañamos un poco a este tren y le decimos adiós para posteriormente hacer un recorrido por el apeadero, el cual se encuentra cerrado aunque en buen estado de conservación.
Recogemos imágenes una y otra vez del apeadero de Belmonte mostrando las direcciones de Zafra y de Huelva, los extremos de este ferrocarril. Podemos observar una vivienda en el borde de la línea férrea, que estaría asociada en sus inicios a la vida del apeadero.
Desde un plano cenital general contemplamos el amplio paisaje con suaves colinas y vegetación variable, transición del Andévalo a la Tierra Llana, en todo momento acompañados de un romántico cielo cargado de nubes.
Los 18 puntos de embarque para el tráfico de viajeros han sufrido un progresivo deterioro en servicios por la falta generalizada de inversiones, llegándose incluso al cierre total de un gran número de apeaderos a los que se accede recurriendo a las paradas facultativas.
El estado de abandono de esta línea de ferrocarril es altamente preocupante, ello ocasiona limitación de velocidades, numerosas irregularidades, supresión de horarios…No obstante, aún sustenta un notable tráfico de mercancías, como hemos podido comprobar en las imágenes.
A pesar del intransitable estado en que se encuentra el acceso al apeadero de Belmonte, sin embargo encontramos junto al mismo un aparcamiento reservado a minusválidos…Qué cosas.
(Nota: Algunas grabaciones o textos han podido ser cedidos por amigos y colaboradores del canal. Nunca ha existido el ánimo de lucro).