En un año en el que la resiliencia ha sido un ingrediente fundamental, los trabajadores de los diferentes restaurantes que conforman Grupo El Gordo y El Flaco se han sentado a la mesa para realizar un homenaje sorpresa -y muy especial- a Pablo y Salva Martínez, los propietarios del grupo.
Lo han hecho repasando sus distintas trayectorias, tanto en El Gordo y El Flaco, como en Lamburguesa, Paffuto o El Gordo de Cortes. Todos ellos han compartido un elemento común: la familia. Porque, como bien dicen, formar parte de esta aventura gastronómica no significa únicamente ser empleados, sino formar una verdadera familia. Actualmente, esta la componen más de 300 trabajadores repartidos en los hasta 24 locales que el grupo posee en la provincia de València.
Además de destacar la familiaridad y la humanidad, los trabajadores han subrayado la oferta de oportunidades en el grupo, por y para todo el mundo. A lo que se suman la confianza, la compañía, el valor y el apoyo constante. “Siempre hemos llamado al restaurante nuestra casa y ese sentimiento de hogar se ha transmitido a los trabajadores para que también lo transmitan a los clientes”, recuerda Pablo Martínez.
El factor solidario es otro de los protagonistas de esta sorpresa, puesto que el grupo siempre ha permanecido al lado de las personas que más lo han necesitado. Por ejemplo, con el festival benéfico y fallero de La Masclet; en pandemia llevando menús, personalmente, a los profesionales que estaban al pie del cañón en los hospitales; o realizando campañas durante varias navidades bajo el lema ‘Cuesta Poco Ayudar Mucho’, con las que han entregado menús a los colectivos más vulnerables.
A lo largo del vídeo, tanto Salva como Pablo narran sus inicios, que no fueron sencillos, y explican la fórmula de su éxito: resistir y trabajar. Así surgieron El Gordo y El Flaco en 2009, Lamburguesa en 2015 o Paffuto en 2020. Siguiéndoles Taberna Gordinflón, Delgadito Gastrobar, La Mar de Flaca y El Gordo de Cortes, la última incorporación. Por supuesto, el año que viene se prevén varias aperturas, además de cambios significativos en marcas como Lamburguesa, que regresará a los orígenes.
Con este homenaje, quiere reconocerse el esfuerzo incansable de todos los trabajadores que conforman el grupo restaurador en la actualidad: personal de cocina, sala, limpieza, oficina y dirección. Además de poner en valor la valentía de Pablo y Salva, las almas del proyecto. Pocas veces se dejan escuchar o ver públicamente a lo largo del año. Ellos prefieren trabajar sin hacer demasiado ruido, dejando que la gastronomía hable por sí sola. Ayudando a los profesionales que no están pasando por su mejor momento, repartiendo comida a quien más la necesita y demostrando que la restauración no es solo un negocio, también una forma de entender la vida.
Existen pocas formas de devolveros lo que hacéis por este equipo y por esta ciudad. Daros las GRACIAS, en mayúsculas, es una de ellas.
Ojalá y en estas fechas encontréis en la gastronomía un abrazo cálido y un espacio donde compartir mesa con quien queréis. De eso iba, va e irá esta receta llamada resiliencia. De entender que, pase lo que pase, siempre estaremos ahí.
¡Os deseamos una Feliz Navidad y una buena entrada de año!
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