Este video muestra el proceso seguido para la extracción y restauración del Mosaico de los Delfines de Cantillana, a cargo de Jesús Serrano Rodríguez .
Seguramente será motivo de orgullo para los vecinos de Cantillana saber que la persona que ha acometido las labores de extracción, limpieza y de nuevo ensamblar las miles de teselas que conforman nuestro mosaico romano fue distinguido en 2013 con el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales que otorga anualmente el Ministerio de Cultura. La hazaña de rescatar el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz le valió ese galardón.
Dicho esto, sobra decir que hablamos de una eminencia en el campo de la restauración, y que por lo tanto el mosaico que la antigua Naeva nos regaló al ser descubierto por el arqueólogo José Antonio Valiente no podía estar en mejores manos.
Según sus propias palabras:
"Cualquier profesional, a lo largo de su trayectoria, sueña con enfrentarse a retos cada vez más importantes en los que demostrar sus conocimientos y salir de la rutina del trabajo. Y sin duda alguna, este ha sido uno de los más complejos a los que en Gares nos hemos enfrentado.
Aunque en un principio se planteó la posibilidad de la conservación “in situ” del Mosaico, rápidamente la descartamos dado el alto índice de humedad de capilaridad y la inestabilidad del terreno circundantes, que amenazaban con destruir rápidamente una obra tan excepcional como la que nos ocupaba.
A pesar de la amplia experiencia que tenemos en extracción y restauración de mosaicos romanos, éste presentaba numerosas dificultades: trabajar en una estrecha zanja apuntalada, una fuerte humedad que impedía el secado correcto de los adhesivos, la gran adhesión de las teselas a una cama extremadamente dura y lo que sin duda hace único a este mosaico, un suelo con desniveles para la evacuación de agua (que había que mantener) y un pozo también de teselas que debía extraerse de una sola pieza para evitar cualquier daño. Finalmente, la necesidad de hacer un montaje provisional, ya que el Mosaico deberá ser reubicado en un futuro.
Gracias a la gran profesionalidad del equipo de restauración, se solventaron todos los inconvenientes que iban surgiendo y hoy día el Mosaico de los Delfines se puede apreciar en todo su esplendor en el Centro de Historia Local, a la espera de su traslado definitivo."
HISTORIA DE UN DESCUBRIMIENTO
El 22 de Noviembre de 2017, en las obras de mejora de la red de saneamiento de la Calle Sacristán José Díaz Hidalgo, se abría un túnel entre la Cantillana actual y la Naeva de hace 19 siglos. El hallazgo de un pozo ricamente ornamentado con miles de teselas y posteriormente del asombroso Mosaico romano que lo abrazaba, se ha convertido en el acontecimiento cultural más importante de nuestra historia reciente como pueblo. Hablamos del vestigio más completo y ancestral -con permiso del alminar árabe, nuestra Torre del Reloj, y los escasos paños de su muralla que se conservan- de lo que éramos mucho antes de ser Cantillana.
Previamente aparecieron restos de una columna y de muros árabes y romanos, pero tras el increíble Mosaico hubo más. En Diciembre del mismo año, pero esta vez en la Calle Iglesia, se desenterraba un conjunto de muros de ladrillo y sillería que conformaban la cimentación y parte de la estructura de un edificio amplísimo y de alto rango social o religioso. Así lo indican elementos hallados in situ como un fragmento de friso de mármol esculpido con motivos florales. Las siguientes catas y excavaciones en la aledaña Calle Cristo de la Misericordia sirvieron para confirmar la magnitud de las antiguas edificaciones que se alzaban en aquella parcela de la antigua Naeva.
En Octubre de 2018 se cerraba un ciclo en la recuperación al exponerse en el Centro de Historia Local el Mosaico cuidadosamente extraído de su emplazamiento original y restaurado.
En 2019 comenzaba un ambicioso proyecto: transformar el actual edificio de la Oficina Comarcal Agraria (OCA), antaño pósito de grano, en un centro de interpretación de Historia Local. Dicho inmueble se ubica justo al lado del lugar donde se localizó el Mosaico de los Delfines, y la intención de crear una cripta arqueológica animó a los expertos a desenterrar y excavar sus conocidas bóvedas. El resultado fue la identificación de diferentes sustratos intactos de épocas visigoda, árabe y romana. A esta última pertenece el más reciente y fabuloso descubrimiento del arqueólogo José Antonio Valiente: unas termas romanas que se encuadrarían en el mismo complejo al que pertenecía el Mosaico.
Nadie, seguramente ni los que más fantasean con los tesoros del subsuelo cantillanero, podrían imaginar lo que estaba por venir… y lo que aún queda por aparecer.