El 10 de julio de 2016, la selección de fútbol de Portugal alcanzó uno de los hitos más significativos de su historia al proclamarse campeona de la Eurocopa. Liderada por su capitán y estrella, Cristiano Ronaldo, el equipo portugués superó todas las expectativas para lograr su primer gran título internacional. Este triunfo no solo marcó un antes y un después para el fútbol portugués, sino que también consolidó la leyenda de Cristiano Ronaldo como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Portugal llegó a la Eurocopa 2016 con la esperanza de redimirse de sus decepciones pasadas. La fase de grupos no fue sencilla para los lusos, quienes empataron en sus tres partidos contra Islandia, Austria y Hungría. Con tres puntos, Portugal avanzó a la fase de eliminación directa como uno de los mejores terceros. Esta clasificación generó dudas sobre el rendimiento del equipo y su capacidad para avanzar en el torneo.
En los octavos de final, Portugal se enfrentó a Croacia, una de las selecciones más prometedoras del torneo. En un partido muy disputado, el gol de Ricardo Quaresma en la prórroga dio la victoria a Portugal, llevándolos a los cuartos de final. En esta fase, el equipo de Fernando Santos se enfrentó a Polonia. Tras un empate 1-1 en tiempo reglamentario y prórroga, Portugal avanzó a las semifinales gracias a una tanda de penales en la que Rui Patrício fue el héroe.
El partido de semifinales contra Gales fue un punto de inflexión para Portugal. Con una actuación sobresaliente, Cristiano Ronaldo y Nani marcaron los goles que aseguraron la victoria por 2-0, enviando a Portugal a su segunda final de la Eurocopa. La primera había sido en 2004, donde perdieron ante Grecia en su propia casa. Esta vez, el destino les dio una nueva oportunidad para hacer historia.
La final de la Eurocopa 2016 se celebró en el Stade de France en Saint-Denis, y Portugal se enfrentó al anfitrión, Francia. La expectación era enorme, y la mayoría de los pronósticos favorecían a los franceses, quienes habían mostrado un rendimiento impresionante durante todo el torneo. Sin embargo, el fútbol es impredecible, y este partido demostró ser uno de los más emocionantes y sorprendentes de la historia del torneo.
El inicio del partido fue difícil para Portugal. A los 25 minutos, Cristiano Ronaldo tuvo que abandonar el campo debido a una lesión en la rodilla tras un choque con Dimitri Payet. La salida de su capitán fue un golpe devastador para el equipo y sus seguidores. No obstante, en lugar de desmoronarse, los jugadores portugueses se unieron y lucharon con una determinación férrea.
Con el partido avanzando y ambos equipos sin poder romper el empate, el tiempo reglamentario terminó 0-0, llevando el encuentro a la prórroga. Fue entonces cuando surgió el héroe inesperado: Eder. En el minuto 109, el delantero portugués, quien había entrado como suplente, lanzó un potente disparo desde fuera del área que superó al portero francés Hugo Lloris, marcando el gol decisivo del partido.
El gol de Eder no solo aseguró la victoria para Portugal, sino que también desató una ola de euforia y celebración en todo el país. Para Cristiano Ronaldo, quien regresó al campo para apoyar a su equipo desde la banda, fue un momento de redención y gloria. Después de años de arduo trabajo y numerosas decepciones en torneos internacionales, finalmente logró levantar el trofeo que tanto había anhelado.
Este triunfo tuvo un impacto profundo en el fútbol portugués. No solo proporcionó un enorme impulso moral y de confianza a la selección nacional, sino que también inspiró a una nueva generación de futbolistas. La victoria en la Eurocopa fue vista como un testimonio del talento y la resiliencia de los jugadores portugueses, así como de la capacidad de liderazgo de Cristiano Ronaldo.
Cristiano Ronaldo jugó un papel crucial en el éxito de Portugal en la Eurocopa 2016. Su liderazgo tanto dentro como fuera del campo fue fundamental para motivar y guiar al equipo. A pesar de su lesión en la final, su presencia y apoyo desde la banda demostraron su compromiso y pasión por la selección.
Durante el torneo, Ronaldo también mostró su calidad como jugador. Marcó tres goles, incluyendo un doblete contra Hungría en la fase de grupos y un gol crucial en las semifinales contra Gales. Estos momentos destacados subrayaron su habilidad para brillar en los escenarios más importantes y su capacidad para influir en los partidos decisivos.
La Eurocopa 2016 también consolidó la reputación de Ronaldo como uno de los más grandes futbolistas de la historia. Su capacidad para superar la adversidad y llevar a su equipo al éxito fue ampliamente reconocida y celebrada. Además, su victoria con Portugal reforzó su legado, mostrando que no solo era un jugador excepcional a nivel de clubes, sino también un líder y ganador a nivel internacional.