Después de cada sesión, habitualmente concluimos con una "roda". El propósito de esta actividad es consolidar los conocimientos adquiridos durante la clase y, simultáneamente, fomentar la fluidez entre los estudiantes. La roda representa un espacio privilegiado para la expresión creativa, la improvisación y el desarrollo personal.
Objetivos:
- Reforzar los conceptos y técnicas enseñadas durante la clase mediante la práctica activa en un entorno colaborativo.
- Promover la confianza y soltura de los estudiantes al aplicar lo aprendido en situaciones de interacción en tiempo real.
- Fomentar la creatividad y la capacidad de improvisación, elementos fundamentales en el dominio de la materia.
- Estimular el crecimiento personal al desafiar a los participantes a explorar y expandir sus habilidades dentro del contexto establecido.
-
Motivación:
La roda representa un espacio dinámico y enriquecedor donde los estudiantes tienen la oportunidad de consolidar su aprendizaje de manera práctica y participativa. Al promover la interacción activa y la experimentación libre, se busca generar un ambiente propicio para el desarrollo integral de cada individuo, tanto en términos técnicos como en habilidades personales y comunicativas. Además, alentar la creatividad y la improvisación durante este momento fortalece la conexión entre los estudiantes y el contenido de la clase, facilitando así un aprendizaje más profundo y significativo.